La estación de metro Gran Vía es un punto histórico de la capital de España.
Después de casi tres años de renovación, finalmente se inauguró la tan esperada Estación de Madrid. Los resultados del proyecto de renovación dejaron una profunda impresión en los habitantes de la capital.
En el exterior, es una copia exacta de un objeto arquitectónico creado por el arquitecto Antonio Palacios en 1917. En su interior se encuentra la estación de metro más moderna de Madrid.
Su diseño futurista y sus últimas características han sido apreciadas por los primeros pasajeros. Hay 4 ascensores nuevos, 13 escaleras mecánicas, una gran pantalla publicitaria, máquinas expendedoras de boletos con reconocimiento de voz e incluso una pequeña área de museo donde se pueden ver los tesoros antiguos descubiertos durante las excavaciones de construcción.
Se invirtieron 10,7 millones de euros en la rehabilitación de la estación de Gran Vía. Sin embargo, las cosas no se limitan a la reconstrucción. El área de la estación ha aumentado de 900 metros cuadrados a 2000 metros cuadrados. Se espera que manejen 66.000 pasajeros por día.
Un poco de historia.
Gran Vía es probablemente la estación del Metro de Madrid más conocida. Se encuentra debajo de las plazas Gran Vía y Red de San Luis en el centro de Madrid. Está ubicado en la zona A.
La estación se inauguró el 17 de octubre de 1919 y es una de las primeras ocho estaciones de metro de Madrid. El nombre original de la estación era Red de San Luis cerca de la plaza del mismo nombre. La Gran Vía todavía estaba en construcción en ese momento, pero la estación adoptó este nombre un año después.
Durante la dictadura de Franco, la estación pasó a llamarse José Antonio. Esto coincidió con el cambio de la Gran Vía a la Avenida José Antonio Franco en memoria de José Antonio, el fundador de la Falange Española.
Con el nombre de José Antonio se inauguró el andén de la línea 5 el 26 de febrero de 1970. Catorce años después, en 1984, la estación fue restaurada a su nombre original.
A lo largo de los años, la estación ha sido conocida por su intrincada arquitectura, incluidos los ascensores construidos por el arquitecto Antonio Palacios. Están hechos en granito pulido con una marquesina de hierro y vidrio. Para utilizar los ascensores, el cliente debe pagar una pequeña tarifa.
El vestíbulo original también fue diseñado por Palacios y decorado con azulejos vidriados. Cuando el edificio fue demolido en 1972, volvió a la ciudad natal del arquitecto, O Porriño.
El 20 de agosto de 2018, la estación se cerró por renovación. Los trenes de la Línea 1 y la Línea 5 quedaron abiertos al tráfico. Inicialmente, la fecha de finalización se fijó para abril de 2019, pero luego se pospuso a octubre de 2019 y posteriormente al cuarto trimestre de 2019.
No ha sido hasta ahora que hemos podido apreciar todos los cambios realizados durante esta ambiciosa y necesaria renovación y conservación. Si viajas a Madrid, date una vueltita por esta histórica estación.