Genet escribió Las criadas cuando aún estaba en la cárcel. Estrenada en París en 1947, describe el submundo de las sirvientas, en cierto modo un submundo que guardaría paralelismos con el del propio Genet. Aunque en su estreno sufrió la repulsa de gran parte del público y la crítica, pasados los años se ha considerado uno de los textos dramáticos clave del teatro del siglo XX.
Las hermanas Claire (Ana Torrent) y Solange (Alicia Borrachero) son las criadas de una Señora (Jorge Calvo) de la alta burguesía francesa. Todas las noches inician una ceremonia perversa, un ritual donde la realidad y la ficción se mezclan en un peligroso juego de cambio de identidades. Claire es la Señora y Solange es Claire. Solange es la Señora y Claire es Solange, las hermanas alternan los papeles constantemente, ninguna existe por sí sola porque son dos rostros de un mismo personaje.
La Señora representa para ellas la cima de la pirámide, la luz donde se refleja el deseo de ser otra. Por eso las hermanas se visten, juegan y se convierten en una simulación de ese ser divino que es la Señora. La inquina y la rabia de ser conscientes de su destino de criadas les llevará, de un modo inevitable, a un desenlace fatal.