Había una vez una princesa que no vivía en un castillo rosa, ni tenía una larga melena rubia, ni tampoco le gustaba llevar zapatos de cristal. Y otra princesa que perdió la inspiración y nada le salía bien. Un príncipe sensible, un narrador desesperado y personajes dispuestos a cambiar los cuentos. Porque el mundo evoluciona y los cuentos de hadas se revolucionan con Princesa 2.0.