En la Comunidad de Madrid podemos encontrar una gran variedad de lugares únicos, algunos de ellos desconocidos hasta por los propios madrileños y madrileñas de la zona. Sin irnos muy lejos, a menos de una hora de Madrid nos encontramos una zona repleta de pueblos en la Sierra Norte de Madrid. Una zona con mucho encanto en los que debería ser obligatoria la parada.
Por eso desde La Guía GO! te traemos una lista con una selección de los pueblos más bonitos de la Sierra de Madrid que no te puedes perder.
Los pueblos imprescindibles de la Sierra de Madrid
Buitrago de Lozoya
Buitrago de Lozoya es la joya de la corona de la Sierra Norte. Situado a 45 minutos de la capital nos encontramos este pueblo que cuenta con el recinto amurallado mejor conservado de la Comunidad de Madrid. Una muralla de unos 800 metros que otorga al pueblo una curiosa imagen de península.
Pero el aspecto del pueblo no es lo único llamativo ya que Buitrago de Lozoya cuenta con varios espacios que son un atractivo turístico, así como el Castillo de los Mendoza, construido entre el siglo XIV y XV, la denominada Casa del Bosque, una casa de campo construida que sigue el modelo de la Villa Rotonda de Palladio, el bucólico Puente del Arrabal, la Iglesia de Santa María del Castillo o, siendo uno de los imprescindibles del pueblo, el museo dedicado a Picasso que cuenta con 60 pinturas del artista.
Rascafría
Si eres de los que le gusta disfrutar de la naturaleza y de la montaña te encantará este bonito pueblo situado en el Valle de Lozoya. Un paraje ideal para relajarse y desconectar del ajetreo de la ciudad. Un destino al norte de la Comunidad de Madrid que atrae a muchos turistas, tanto en verano como en invierno, cuando toda la villa se cubre de blanco por la nieve.
Rascafría se encuentra en pleno Parque Nacional de Guadarrama y está en pleno contacto con la naturaleza, por lo que ofrece una gran variedad de rutas por las que hacer senderismo y disfrutar del paisaje. Aparte de la naturaleza que lo rodea, Rascafría destaca también por sus casas, todas ellas de piedra, que aportan un encanto único al pueblo. El monasterio de Santa María de El Paular, el Ayuntamiento, el Puente del Perdón, la Iglesia de San Andrés Apóstol o las piscinas naturales Las Presillas son algunos de los atractivos de la villa.
Manzanares el Real
En pleno Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se encuentra Manzanares el Real, la puerta de entrada a La Pedriza, que ofrece uno de los paisajes más bellos de la Comunidad de Madrid. Además sus paisajes han sido el escenario de películas como ‘Conan El Bárbaro’, ‘El Cid’ o ‘La caída del imperio romano’.
Manzanares El Real cuenta con un patrimonio histórico que abarca desde fuentes, ermitas o calzadas romanas hasta castillos medievales o pinturas rupestres. Todo dentro de un marco natural de paisajes de gran belleza. La guinda de este pueblo la pone sin duda el Castillo Nuevo de Los Mendoza, sin quitar importancia al resto de lugares que son patrimonio histórico como el Castillo Viejo, la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, La Fábrica de Papel Continuo o el Museo Etnológico y Arqueológico.
Patones de arriba
Denominado como ‘el pequeño reino donde se paró el tiempo’, Patones de Arriba se encuentra incrustado en lo alto de un barranco, en una brecha de la cordillera. Este pueblo es un lugar mágico donde el tiempo se ha detenido, una pequeña aldea que representa como ninguna la arquitectura negra de la región, con sus sinuosas calles y casas rurales de pizarra.
Desde Patones de Abajo se puede subir al pueblo por la senda ecológica El Barranco, una ruta que lleva unos 20 minutos y permite apreciar mejor lo escarpado de nuestro destino, situado a 832 metros sobre el nivel del mar. El encanto de Patones de Arriba recae, no tanto en sus monumentos, sino en perderse caminando por su calles empinadas para descubrir rincones encantadores, pequeñas tiendas de artesanía, terrazas donde pararse a tomar algo y excelentes restaurantes de comida castellana tradicional.
La Hiruela
Auténtico paraíso para los que buscan espacios únicos en la naturaleza. En el año 2005 la Sierra del Rincón, en dónde se encuentra La Hiruela, entró a formar parte de la red mundial de Reservas de la Biosfera, al ser catalogada como tal y reconocida por la UNESCO. La Hiruela posee un entorno natural envidiable y ha logrado conservar un ecosistema con valores paisajísticos inalterados.
El Colmenar Tradicional, La Carbonera, El Molino Harinero o el Museo Etnológico merecen una visita si paseas por el pueblo después de un día de ruta por los innumerables senderos que rodean La Hiruela.
Puebla de la Sierra
Un pueblo que no pierde las tradiciones y se mantiene auténtico. Puebla de la Sierra destaca así, por sus fiestas populares y sus tradiciones como, por ejemplo, el esquileo, la rinconada o las repicadanzas, bailes tradicionales que hacen homenaje a las clásicas jotas. Además es que es la localidad con más obras de arte por habitante.
Muchos desconocen cuáles son sus encantos principales, pero seguro que te sorprende saber que Puebla de la Sierra está hermanada con Osaka (Japón). Esta y otras curiosidades forman parte de su excelso patrimonio cultural como, por ejemplo, la Parroquia de la Purísima Concepción, la exposición permanente del Valle de los Sueños o su ermita y fuente árabe.
Torrelaguna
Situada en el valle medio del Jarama, al nordeste de la Comunidad Autónoma de Madrid, Torrelaguna sorprende por su historia. Es el lugar de nacimiento del Cardenal Cisneros y de Santa María de la Cabeza, y por la arquitectura de su casco histórico que invita a pasear por sus calles y que la llevó a ser declarada en 1974 Conjunto Histórico Artístico.
Torrelaguna cuenta con un nutrido número de elementos arquitectónicos excepcionales para visitar. Entre ellos encontramos el Convento de Franciscanos, el Hospital de San Bartolomé y hasta un acueducto. La extraordinaria Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena junto con numerosas casas solariegas y palacios blasonados.
Se recomienda disfrutar de paseos y recorridos a caballo para estar en contacto con la naturaleza por las numerosas rutas y senderos que ofrece esta acogedora villa.
Cercedilla
¿No conocías Cercedilla? Situado en el corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, sus casi 40 kilómetros cuadrados se caracterizan por ser hábitat de gran variedad de especies animales y vegetales. Visitar Cercedilla es adentrarse profundamente en la historia. Comenzando por su calzada y puentes romanos, pasando por su iglesia románica o su estación ferroviaria de principios del siglo XX, hasta llegar a la modernidad actual con ejemplos como sus restaurados y prácticos centros de cultura.
Si estás pensando en una escapada este verano, a finales de julio celebran la Fiesta del Aurrulaque donde se promueve el conocimiento del entorno y el disfrute de las innumerables bellezas de la Sierra del Guadarrama. Para ello, se organizan recorridos por sendas que culminan en un bello paraje de la pradera de Navarrulaque. Allí, se lee un manifiesto y la música y bailes tradicionales ponen fin al acto cultural. Durante su andadura se han construido algunos lugares dedicados a la memoria de grandes personajes artísticos.
Miraflores de la Sierra
Curiosamente el primer nombre que tuvo la población fue Porquerizas pero cuenta la tradición que fue su belleza natural la que atrajo a la reina Isabel de Borbón, que se quedó prendada de la cantidad de flores del paraje y entusiasmada exclamó: ¡Mira, flores!
En Miraflores de la Sierra la cultura se mezcla profundamente con la naturaleza. Esto se ve bien en sus numerosas fuentes, que utilizan el agua para aumentar su belleza destacando la fuente Nueva o la fuente del Pino, o en los recovecos que forman sus árboles y montes, que se han convertido en auténticas grutas de peregrinaje, como la gruta de Nuestra Señora de Begoña. Todo esto da un atractivo especial a la localidad, que se aumenta al echar la vista a sus hermosas iglesias y ermitas.
