Los pueblos más bonitos de la Región de Murcia

Aquí te mostramos algunos de los pueblos más bonitos de Murcia que tienes que visitar algún día. Murcia alberga preciosos pueblos que te harán sentir como si hubieras retrocedido en el tiempo. Descubre su riqueza cultural e histórica a través de sus pintorescos pueblos.

Tanto los pueblos que se encuentran en la costa como en el interior de la Región de Murcia cuentan con importantes obras de gran interés arquitectónico, con bellísimas playas o impresionantes parajes que visitar.

Los pueblos más bonitos de Murcia

Cehegín

Cehegín es uno de los pueblos  más bonitos de la provincia de Murcia, un municipio con mucho encanto que merece la pena visitar.

Situado a 570 metros sobre el nivel del mar, y atravesado por los ríos Argos y Quípar,  Cehegín es uno de los municipios que forman parte de la comarca del noroeste.

Su casco antiguo está declarado conjunto histórico artístico.  Al pasear  por sus calles podemos admirar obras tan interesantes como la Iglesia de Santa María Magdalena, la Iglesia de la Soledad, la Iglesia de la Concepción, el Convento de San Esteban o la Ermita del Santo Cristo. Y, formando parte de su casco antiguo, el Palacio de los Fajardo, el palacio de La Tercia, el Hospital de la Real Piedad, la Casa Jaspe o el Casino.

Moratalla

Un pueblo estupendo para los que aman la naturaleza y les gusta disfrutar del turismo rural.

Moratalla es un precioso  rinconcito de la comarca del noroeste, en cuyo término municipal se sitúan algunos de los espacios protegidos más bellos de la Región, como la Sierra de Revolcadores, la ribera del río Alhárabe y la Reserva de Los Sotos y Bosque de la Ribera de Cañaverosa.

Además de su espectacular entorno natural, esta localidad destaca por su patrimonio histórico-artístico, comprendido por monumentos como el Castillo-Fortaleza, la Iglesia de Santa Ana, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el antiguo Convento de San Francisco.

Caravaca de la Cruz

Caravaca es de los pueblos más bonitos de la Región de Murcia y con más historia. Destaca por su riqueza monumental y paisajística.

Situada al noroeste de la Región, es la capital de esta comarca de las tierras altas de Murcia que surgen al amparo del macizo de Revolcadores.  Una población por la que pasaron sucesivamente íberos, romanos y musulmanes y que se encuentra construida en torno a su Castillo.

Se trata de una de las ocho ciudades santas de la Iglesia Católica, a la cual se le concedió el privilegio de celebrar el Año Jubilar, lo cual tiene lugar cada 7 años.

La historia ha dejado una profunda huella en la localidad, en forma de obras tan emblemáticas como la Basílica de la Vera Cruz, en cuyo interior se guarda la Cruz de Caravaca. Sobresalen también la Iglesia renacentista  de El Salvador (siglo XVI) la Iglesia de la Concepción (siglo XVI), el Convento de los Padres Carmelitas, el Convento de Santa Clara, el Templete, la ermita de Santa Elena, la Ermita de San Sebastián.

Caravaca es muy conocida por su famosa fiesta de los ‘Caballos del Vino’, que se celebra cada año el primer fin de semana de mayo.

También merece la pena visitar  la llamada Torre de los Templarios (declarada Bien de Interés Cultural)  que se encuentra situada en el paraje conocido como las Fuentes del Marqués, a unos dos kilómetros del centro urbano de Caravaca, donde también se encuentra la Cueva del Marqués, unas grutas excavadas por los pobladores árabes para curtido de pieles o destilado de plantas aromáticas. Tampoco nos podemos perder el Castillo medieval del siglo XIII, conservado en un estado perfecto. Por último, también merece la pena pasear por el casco antiguo de la población, de origen medieval y callejuelas estrechas e irregulares.

Blanca

Blanca, un pintoresco municipio situado en el corazón de la Región de Murcia, es un destino que combina historia, cultura y naturaleza en un entorno único. Este encantador pueblo, asentado a orillas del río Segura y rodeado por imponentes montañas, ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable y auténtica.

Su casco antiguo, con calles estrechas y empedradas, es un testimonio viviente de su pasado. Entre los puntos de interés destaca el Castillo de Blanca, una fortaleza de origen árabe que ofrece vistas panorámicas espectaculares del valle y el río Segura. La iglesia de San Juan Evangelista, construida en el siglo XVI, es otro ejemplo notable del patrimonio arquitectónico del pueblo.

Para los amantes de la naturaleza y el aire libre, Blanca es un paraíso. El Parque Regional de Sierra de la Pila, situado en las proximidades, ofrece rutas de senderismo que permiten explorar paisajes impresionantes y una biodiversidad rica. El río Segura, que atraviesa el municipio, es ideal para actividades acuáticas como el piragüismo y el rafting, proporcionando aventuras emocionantes en un entorno natural espectacular.

Calasparra

Calasparra es muy conocida por su arroz, con denominación de origen. Su situación geográfica y su historia confieren un atractivo especial a este municipio.

Bañada por cuatro ríos y dos pantanos, Calasparra goza una situación privilegiada, sus aguas configuran un atractivo para el viajero, no sólo por la riqueza de su paisaje sino también por la variedad de actividades que en él se pueden realizar (espeleología, barranquismo…). El descenso del río Segura-Cañón de Almadenes-transcurre en un Espacio Natural Protegido de Bosque de Ribera, en el que habitan algunas de las últimas nutrias de la Región y una gran variedad de aves acuáticas.

Entre las obras que forman parte de su patrimonio destacan el Santuario de la Virgen de la Esperanza, la iglesia de los Santos Mártires Abdón y Senén, la Iglesia de San Pedro, el Pósito de la Encomienda, el Molinico, la Torre del Reloj o la Fuente de la Corredera.

Calasparra se encuentra rodeada por un patrimonio natural de una gran riqueza, que incluye, entre otros espectaculares parajes, el Cañón de Almadenes, la Cueva del Puerto, el Paraje de Cañaverosa, el Cerro Negro, la Cueva de los Monigotes, y el embalse de Alfonso XIII, este último alimentado por las aguas del río Quípar.

Ojós

Enclavado en el Valle de Ricote, Ojós es uno de los pueblos más encantadores de la Región de Murcia. Sus  hermosos paisajes y una cultura vibrante ofrece una experiencia única a los visitantes que buscan un destino fuera de lo común.

La historia de Ojós se remonta a tiempos ancestrales, con vestigios de asentamientos íberos, romanos y árabes.  El núcleo urbano conserva la esencia de su pasado morisco, con casas blancas y una disposición laberíntica que invita a perderse y explorar cada rincón. Uno de los puntos históricos más destacados es la iglesia de San Agustín, construida en el siglo XVI sobre una antigua mezquita. Este edificio religioso, con su estilo gótico-mudéjar, es un testimonio del legado multicultural de la región.

El río Segura, que serpentea a través del valle, proporciona un escenario perfecto para actividades al aire libre como el senderismo, el ciclismo y el piragüismo. Las rutas que parten de Ojós llevan a los visitantes a través de frondosos bosques, huertas fértiles y miradores que ofrecen vistas panorámicas impresionantes.

El patrimonio cultural de Ojós es tan rico como su entorno natural. El pueblo celebra numerosas festividades a lo largo del año, siendo las Fiestas Patronales en honor a San Agustín, a finales de agosto, uno de los eventos más destacados. Durante estas fiestas, las calles se llenan de vida con procesiones, música, bailes tradicionales y fuegos artificiales.

La cocina de Ojós es un reflejo de su rica herencia cultural y agrícola. Los platos locales están basados en productos frescos y de temporada, muchos de los cuales se cultivan en las fértiles tierras del Valle de Ricote. Entre los platos típicos destacan el arroz con conejo, las migas, y el zarangollo. Los dulces tradicionales, como los paparajotes y las tortas de recao, son un deleite para los amantes de los postres caseros.

Ojós es un destino situado en un entorno que parece sacado de un cuento. Su paisaje espectacular y su rica herencia cultural hacen de este pequeño pueblo del Valle de Ricote un lugar que merece ser descubierto.

Yecla

Yecla es un municipio situado al norte de Murcia, prácticamente lindando con la provincia de Alicante. Forma parte de la comarca del Altiplano, abundando en su término municipal los montes de mediana altitud.

Su patrimonio histórico es de una gran riqueza, e incluye obras como la Basílica de la Purísima, el Museo Arqueológico que alberga un busto de Emperador romano Adriano, el Santuario del Castillo, la Iglesia Vieja, la Iglesia de San Francisco o el Abrigo del Mediodía, este último un santuario con arte rupestre declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Jumilla

Conocido a nivel internacional por sus vinos con denominación de origen, Jumilla es un municipio situado al norte de nuestra comunidad y forma parte de la comarca del Altiplano.

Entre las obras que forman parte de su patrimonio, podemos destacar su Castillo, el Monasterio de las Dominicas, el Convento Franciscano de Santa Ana del Monte, El Casón o el Palacio del antiguo Concejo, entre muchísimas otras. El municipio destaca también por su gran cantidad de zonas verdes, algunas de ellas tan atractivas como el Jardín de las Ranas, el Jardín de la Plaza de la Glorieta o el Jardín Botánico de la Estacada.

En su entorno se alzan numerosos montes, como los de la Sierra de los Ladrones o como los de la Sierra del Buey, destacando también el volcán conocido como La Celia.

Cabo de Palos

Situado en plena costa de Murcia encontramos este bonito pueblo de pescadores conocido por su famoso faro, sus magníficas calas y por sus fondos marinos, que son de las reservas más importantes que existen en el mediterráneo.

Quizás, el lugar con más encanto de Cabo de Palos es su pequeña zona portuaria, repleta de barcos de pescadores que cada mañana se mezclan con las embarcaciones de buceadores. Su paseo se encuentra repleto de aparejos que esperan a los pescadores para la faena. Aquí también podemos encontrar la zona de restaurantes, en cuyas terrazas podemos disfrutar de la gastronomía del lugar.

Su faro está situado sobre un promontorio rocoso desde el que se otea todo el horizonte. Está construido con piedra gris y tiene una altura de 81 metros y debido a su gran importancia en la zona, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2002.

Otro de los atractivos de este bonito pueblo es la reserva marina de Isla Hormiga, un promontorio submarino que en realidad es la continuación de Cabo de Palos y que reaparece en la superficie como una isla.

En los fondos marinos podemos encontrar una gran diversidad biológica entra la que destaca las grandes praderas de posidonia y las colonias de corales donde viven una gran número de peces.

Bullas

El municipio de Bullas se encuentra en la zona central de la comunidad murciana formando parte de la comarca del Noreste.

Entre el patrimonio histórico de la localidad sobresalen obras como la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, o la de Nuestra Señora de la Consolación, la Torre del Reloj, el palacete de Fuente Higuera, la Casa de los Carreño, o la Bodega de la Calle de la Balsa.

En sus alrededores se encuentra el famoso Salto del Usero, un espacio natural de una belleza espectacular, donde el río Mula forma un atractivo salto de agua. Otro de los espacios naturales de mayor belleza de la Región de Murcia.

Pueden observarse procesos erosivos generados en una formación de areniscas y travertinos de notable valor. La erosión de materiales en el cauce ha originado su peculiar morfología en bóveda, precipitándose el agua hacia la base en una cascada 3-4 metros de altitud y formando una vaera bastante profunda constantemente llena de agua, muy utilizada por los turistas y habitantes de estas tierras en época estival.

Aledo

Aledo es otro de los pueblos más bonitos de Murcia. Un municipio que pertenece a la comarca del Bajo Guadalentín. En Aledo encontramos en alto un majestuoso y poderoso castillo, muy bien conservado.

Se encuentra al pie de Sierra Espuña, la Sierra mas importante de la Región de Murcia, muy cercano al Santuario de la Santa de Totana. Esta pequeña población vive al abrigo de las montañas, sobre la altura de unos peñascos que muestran unas impresionantes vistas de las llanuras del sur de Sierra Espuña.

Aledo es una villa fortificada y monumental llena de lugares de interés asomada al Valle del Guadalentín.

De entre las obras que forman parte de su patrimonio y conjunto histórico destacan La Torre del Homenaje, de origen medieval y que en la actualidad es el centro de Interpretación de la Villa y donde tenemos un impresionante mirador al Parque Natural de Sierra Espuña.

La famosa Torre del Homenaje fue construida en el siglo XIII, un lugar por el que lucharon los moros y los cristianos, ya que Aledo está en una posición estratégica inmejorable. Restos de la muralla del siglo IX construida por los primeros pobladores de esta zona todavía son visibles y también destaca la Iglesia de Santa María la Real de estilo barroco mezclado con el neoclásico con obras del escultor Francisco Salzillo en su interior de gran valor.

Cieza

Cieza es una localidad murciana situada en la comarca de la Vega Alta del Segura. Este municipio nos ofrece una cantidad de lugares de interés como los yacimientos arqueológicos del paleolítico y del neolítico, además de pinturas rupestres o ruinas como las del conjunto arqueológico hispano-musulmán de Medina Siyasa.

Dentro de Cieza podemos visitar la Iglesia de la Asunción, la Iglesia de San Joaquín, la Iglesia Convento de las Clarisas, la Ermita del Santo Cristo del Consuelo, de estilo neogótico-mudéjar y la Ermita del Buen Suceso. También podemos visitar el Balcón del Muro, una antigua fortaleza donde podemos ver unas vistas del río Segura.

Muy cerca de Cieza, se encuentra un paraje natural conocido como el Cañón de los Almadene, una zona donde podemos practicar numerosos deportes de aventura.

Aconsejamos visitar Cieza en primavera, descubriremos el sorprendente fenómeno de la floración.

La floración de Cieza es un evento que atrae a muchos amantes de la naturaleza a la región  para apreciar las flores y colores de diferentes árboles como melocotoneros, albaricoqueros, paraguayos y ciruelos.