Uno de los recursos turísticos más importantes de Galicia es la riqueza cultural, artística y monumental de sus cascos antiguos de las siete grandes ciudades de Galicia: Santiago de Compostela, A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Ferrol y Vigo; cada uno diferente y todos con un encanto especial.
Ciudades de Galicia; descubre sus cascos antiguos llenos de historia…
Las labores de recuperación han hecho posible la puesta en valor turístico de las zonas antiguas de sus ciudades, en las que se mezclan todos los estilos arquitectónicos y en las que uno de sus principales atractivos son sus propios habitantes.
A Coruña
A Coruña, con 250.000 habitantes es la segunda ciudad más poblada de Galicia. Conocida ya por los romanos como Brigantia, en ella erigieron el faro símbolo de la urbe: la Torre de Hércules, el faro en funcionamiento más antiguo del mundo.
Un recorrido por la zona antigua de la ciudad puede partir de la plaza del Obelisco, en el centro, donde se puede observar la bulliciosa vida herculina al pasear por las calles Real y Rego de Auga, las más tradicionales vinculadas al comercio, que desembocan en la majestuosa plaza de María Pita, en la que se puede contemplar la hermosa Casa Consistorial de estilo modernista.
Desde esta plaza uno se puede sumergir en la Ciudad vieja, para empaparse de la más singular historia coruñesa, pues el origen de esta urbe está precisamente en esta zona. Aquí se puede visitar la iglesia de Santiago, románica del siglo XII, aunque cuenta con elementos ojivales de los siglos XIV y XV; la evocadora plaza de Azcárraga; la colegiata de Santa María, construida entre los siglos XII y XV, muy próxima al museo de Arte Sacro; o la plaza y convento de Santa Bárbara, que forman un conjunto de singular belleza.
Antes de abandonar la ciudad vieja, el viajero debe aproximarse al jardín de San Carlos, al lado del Museo militar y de la Fundación Luís Seoane, parque romántico muy agradable enclavado en un antiguo bastión de defensa que alberga la tumba del general Moore, muerto en la batalla de Elviña durante la invasión francesa. La visita se completa con el paseo por la Avenida de A Mariña y sus característicos edificios de galerías.
Ferrol
Ferrol constituye una oportunidad perfecta para conocer una ciudad del siglo XVIII diferente al resto de las ciudades gallegas. Es una ciudad pescadora e industrial, cuna de importantes marinos y militares. El mar es el alma de la ciudad que vive en simbiosis con ella. Nació como villa pesquera y con el transcurso del tiempo se convirtió en ciudad con un gran potencial naval y militar, todo gracias a su puerto natural, uno de los más protegidos y bellos del mundo. Lugar ideal para el refugio de las enfurecidas aguas del Atlántico, se accede a él entre la vigilancia de los castillos de San Felipe y A Palma.
Desde el puerto, cerca del muelle de Cruxeiras, trazado a mediados del siglo XVIII, en el que se pueden apreciar las características de ingeniería militar de la época, se accede a la calles Espíritu Santo y a la Plaza Vella, en las que hay que destacar las viviendas tradicionales, donde sobresalen las galerías, tan tradicionales en las urbes gallegas.
En Ferrol hay que visitar el Arsenal, impresionante complejo militar construido hacia 1750, que dará una idea al viajero de la gran importancia que tuvo la Armada en la construcción de la ciudad.
Una de las principales joyas urbanas de la ciudad de Ferrol es el barrio de A Madalena, erigido según los planos aprobados por Carlos III en 1761, con una morfología totalmente cuadrangular, sólo interrumpida por las plazas de Amboaxe y Armas.
Santiago de Compostela
El escaparate de Galicia. Capital de la Comunidad, ciudad que sabe juntar tradición y modernidad. La tradición se hace patente, tanto en su legado cultural, como el de pocas urbes españolas y que le valió la declaración de Patrimonio de la Humanidad en 1985 por la UNESCO, como también en su vinculación con el medio rural circundante, pudiendo definirse aún hoy como la más rural de todas las ciudades gallegas.
En su casco antiguo destaca la praza del Obradoiro, rodeada de edificios cargados de arte e historia, como la catedral, el hostal de los Reis Católicos, la sede del rectorado de la Universidad de Santiago y la Casa Consistorial.
De estructura medieval con incorporaciones de épocas posteriores, la zona antigua de Santiago constituye un entramado de calles, callejuelas y plazas, jalonadas de monumentos y cuya visita resulta muy interesante.
Destacan las plazas de A Quintana, O Toural, Azabachería, Cervantes y entre otras, las calles Villar, Rúa Nova, Preguntoiro, Xelmírez…
Lugo
La herencia romana de esta ciudad se hace patente desde cualquier perspectiva que se mire. La presencia de su muralla, la única romana completa que se conserva, y Patrimonio de Humanidad, ha marcado la evolución histórica de la ciudad y sigue siendo el eje sobre el que gira la vida en Lugo.
El río Miño está vinculado al nacimiento de la ciudad y constituye una pieza fundamental en la vida de los lucenses como lugar de paseo y ocio.
Es una ciudad bimilenaria fundada como campamento romano en el año 14 a.C. Se trata del asentamiento urbano más antiguo de Galicia, pues actuaba en la época del Imperio como cabeza de un convento jurídico romano, uno de los tres que conformaban la provincia de Gallaecia.
El casco histórico de Lugo está encerrado en el perímetro de la muralla, de 2.140 metros, y en su zona monumental destaca la Catedral, el Pazo Episcopal, la Praza do Campo y distintas iglesias. En Lugo hay que visitar sus termas romanas, la Casa de los mosaicos y su puente romano, levantado en el siglo I antes de C.
Ourense
Ourense nació como ciudad de oro y agua. Así la llamaron los romanos, fundadores del primitivo asentamiento al que calificaron como Aquae Aurente, del que deriva el topónimo actual. Pero también es lugar de encrucijada de caminos, en el que el río Miño define la estampa paisajística de una ciudad que se encuentra entre la Galicia costera y la España interior y que siempre ha buscado proyectarse al exterior.
El casco antiguo de Ourense es uno de los más amplios de las ciudades de Galicia y recientemente se ha beneficiado de un amplio programa de rehabilitación de espacios y edificios.
La vida de esta ciudad se desarrolla en su parte antigua y monumental, sin apenas transición con las zonas más modernas de la ciudad. Quizás sea el casco antiguo más bullicioso de Galicia, en el que se encuentran joyas como las fuentes termales de As Burgas, la Catedral, las plazas Maior, do Trigo, la Alameda del Concejo y do Ferro; y los jardines del Posío.
Pontevedra
Pontevedra es la ciudad que abre el interior de su provincia al mar. Es cruce de caminos en un lugar privilegiado y estratégico. En el último meandro del río Lérez antes de abrirse a la ría. Este emplazamiento dio lugar a su origen, romano, al pie de un puente que cruzaba una calzada que comunicaba Braga, Lugo y Pontevedra. La tradición mítica, en cambio, dice que fue fundada por el héroe griego Teucro, participante en la Guerra de Troya.
El casco antiguo de la ciudad de Pontevedra está considerado como el segundo más interesante de Galicia, después de Santiago de Compostela.
Integrado totalmente en la ciudad, y objeto de un amplio programa de rehabilitación y humanización, es prácticamente peatonal en toda su extensión.
El casco histórico de Pontevedra atesora monumentos nacionales como la basílica de Santa María la Mayor o edificios religiosos como la capilla de las Apariciones, el convento de Santa Clara, la iglesia de la Peregrina, las ruinas de Santo Domingo y la iglesia de San Francisco.
El casco histórico de Pontevedra constituye el mejor ejemplo para comprender la estructura urbana tradicional de Galicia, la cual se puede apreciar en sus calles y plazas como la Ferrería, Teucro, la Leña, la Verdura, Mugartegui o Méndez Núñez.
Vigo
Una ciudad vinculada al mar. El mar marcó su aparición, su historia y su economía. Es una urbe cosmopolita como pocas, la más populosa de Galicia. De espíritu emprendedor, con una gran vida social, en la que surgen a menudo tendencias de renovación cultural y social que se extienden luego al conjunto gallego.
La existencia de Vigo como ciudad es reciente, pues incluso bien entrado el siglo XIX era uno más de los muchos puertos de mar que se asentaban en las rías, pero su origen se remonta mucho más atrás, pues el municipio cuenta en sus límites montañosos con más de una treintena de monumentos megalíticos.
Su casco histórico es pequeño, pero muy atractivo, y se encuentra en proceso de rehabilitación. Destaca el barrio de El Berbés, un conjunto escalonado de antiguas casas de pescadores y artesanos, y callejuelas que desciende desde el centro de la urbe hacia el mar. En este entorno, destaca el mercado de A Pedra.
En su entorno urbano, Vigo conserva importantes lugares históricos de gran belleza como los montes de o Castro y A Guía, auténticos miradores sobre la ciudad.
Otros entornos
Fuera de las ciudades, Galicia conserva atractivos cascos históricos en sus villas de los que son buenos ejemplos, Allariz, Baiona, Betanzos, Cambados, Cangas, Castro Caldelas, Celanova, Combarro-Poio, Corcubión, Mondoñedo, Monforte de Lemos, Muros, Noia, Ortigueira, Padrón, Pazos de Arenteiro-Boborás, A Pobra de Trives, A Pobra do Caramiñal, Pontedeume, Portomarín, Ribadavia, Ribadeo, Sarria, Tui, Vilagarcía de Arousa, Vilalba y Viveiro.