Realizar el Camino de Santiago de por sí ya es una experiencia purificadora, pero hacerlo por la costa lo es aún más. Es una de las rutas más populares y más demandadas últimamente gracias a la belleza de su entorno natural. A lo largo de las 8 etapas que la conforman puedes disfrutar de las maravillosas vistas al mar, pero también de acantilados, montes y estuarios, además de los pueblos costeros de las Rías Baixas.
Descubre el Camino de Santiago por la costa; Recorre hasta 24 localidades de la línea costera de Galicia
Aparte de los preciosos parajes naturales y las vistas al Atlántico, el Camino por la costa también destaca por su gran dotación patrimonial. A lo largo del recorrido puedes encontrarte con decenas de construcciones y otros lugares de interés cultural, sobre todo de la época romana y medieval. Otra de las ventajas es la cercanía con el mar, que regula la temperatura, sobre todo en los meses de verano. Incluso puede caer algún baño en el mar para refrescarte.
Otra opción es realizar el Camino Portugués tradicional, que también tiene tesoros para descubrir.
El punto de inicio del Camino de Santiago portugués por la costa es A Pasaxe, en A Guarda. La primera etapa va desde A Guarda hasta Oia, pasando por Portocelo. Son 16,7 km pero la dificultad es baja, la duración estimada es de 3 horas y 20 minutos.
Puedes disfrutar del Monte de Santa Tecla, donde hay un enorme yacimiento de castros de la época castreña y romana y petroglifos que datan del siglo I a.C. Recorridos unos kilómetros te sorprenderán las vistas desde lo alto, con una panorámica de la desembocadura del río Miño espectacular. En el tramo Portocelo – Oia te encontrarás con el monasterio de Santa María de Oia, que data del siglo XII.
La segunda etapa es de Oia a Baiona. El recorrido es de 18,6 km, tardarás aproximadamente 3 horas y 45 minutos. También tiene una dificultad baja.
Dejamos atrás Oia para ir hacia Silleiro, visitando el faro de Cabo Silleiro, punto principal de orientación de los navíos que navegan la ría, en un paisaje de acantilados precioso. En el fin de la etapa, en Baiona, está el castillo de Monterreal, que resistió a los ataques del corsario Francis Drake. Hoy en día es el Parador Nacional de Turismo de Baiona.
Baiona – Vigo es una de las etapas más largas de este camino, aunque la dificultad sigue siendo baja. El tiempo estimado es de 5 horas y 25 minutos para recorrer los 26,9 kilómetros que tienes por delante. Pasa por tres localidades: A Ramallosa, Nigrán y Coruxo.
Al ser una etapa larga, tiene varias cosas interesantes que ver. La primera es la fuente de O Pombal, que destaca por su belleza; frente al mercado de abastos de Sabarís está el puente románico del río Groba; más adelante, la casa señorial de Cadaval; y la Foz del Río Miñor, una marisma de gran riqueza ecológica. En el tramo Ramallosa – Nigrán también puedes visitar los numerosos pazos y cruceiros que hay, como los de Mallón y O Pereiro. En Panxón se encuentra el Templo Votivo do Mar, obra de Antonio Palacios. Por útimo, el pazo de Urzáiz y Cea antes de la subida al monte Sanromán. En esta etapa cabe destacar las maravillosas vistas al mar y playas de arena blanca que el camino te ofrece.
La siguiente etapa va desde Vigo hasta Redondela. El recorrido se hace en aproximadamente 3 horas y 10 minutos, con un total de 15,8 kilómetros.
Para atravesar Vigo puedes hacerlo de dos formas: por el paseo fluvial del río Lagares o por el barrio de Coia, acabando ambos en As Travesas. Pasado este barrio, te encuentras con las inmediaciones del Castillo de San Sebastián. Aún resiste la entrada del desaparecido recinto amurallado de Vigo. Después el camino te lleva hacia el conocido barrio de O Berbés, cerca de A Pedra, una zona conocida por sus restaurantes y la degustación de otras de la ría. Más adelante está el yacimiento arqueológico Salinae, donde hay restos de salinas marinas únicas. Para completar la visita arqueológica puedes visitar la Villa Romana de Toralla, el Museo do Mar de Galicia o el Castro. Por último, una vez llegados a Redondela, te espera la iglesia de Santiago y los viaductos del ferrocarril, datados de 1870.
Estamos en el ecuador del camino, en la etapa Redondela – Pontevedra, pasando por Arcade y Bergunde. Por delante, 18,2 kilómetros de una dificultad media, que se tardan en recorrer una media de 4 horas y 35 minutos.
El arranque de esta etapa tiene unas vistas privilegiadas. La ría de Vigo, con el puente de Rande y las islas San Simón y Santo Antón de fondo, acompañadas por decenas de bateas. Al llegar a Ponte Sampaio te sumerges en una villa histórica, con el mítico puente medieval y los caminos de tierra y empedrados, con tramos de la propia vía romana XIX. De camino a Pontevedra te encuentras con la capilla de Santa María, Toeza, Casal do Río y O Marco. Una vez llegados a la ciudad, podrás disfrutar de su casco viejo y del santuario de la Virgen de la Peregrina.
La sexta etapa es la de Pontevedra – Caldas de Reis. Es otra de las más largas del camino, con 23 kilómetros en total que se superan en al rededor de 5 horas y 45 minutos, con una dificultad media.
Tras cruzar el río Lérez, se bordea la marisma de A Xunqueira. Después de haber andado un tiempo, en Santa María de Alba se encuentra la capilla de San Caetano, rodeada de bosques frondosos como el de Reiría y Lombo da Maceira. A lo largo del camino te encontrarás con varios ríos y puentes de piedra preciosos. Al pasar por delante de la iglesia de Santa María ya estás en Caldas, villa termal. ¡Después de la dura etapa un baño en las termas te sentará de lujo!
Continuamos el camino, esta vez de Caldas de Reis a Padrón, pasando por Carracedo y San Miguel de Valga. Son 18,7 kilómetros de dificultad media y un tiempo aproximado de 4 horas y 45 minutos.
Ya hacia el final de la ruta está el monte Castelo, con profundos bosques bañados por el río Valga y acompañados de antiguos molinos. Una panorámica espectacular. Después, desde el mirador de Pino Manso podrás contemplar una amplia vista del valle del río Ulla. Pontecesures es la siguiente parada, donde el camino te lleva por el barrio más antiguo de la villa. Tras cruzar el puente romano pasarás de estar en la provincia de Pontevedra a estar en A Coruña.
Por fin, la última etapa: Padrón – Santiago de Compostela. Esta vez el camino nos da un respiro, la dificultad baja y solo quedan 24,8 kilómetros para llegar, más o menos 5 horas andando.
Salimos de Padrón por el municipio Iria Flavia, ciudad romana y sede episcopal hasta el siglo XI, y pasamos por la fundación del Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela (enterrado en frente). Tras atravesar el valle del Sar llegamos a O Milladoiro. Su nombre proviene de «humilladoiro», refiriéndose a donde los peregrinos se «humillaban» o arrodillaban al ver por primera vez la catedral. Con la catedral a vista, el camino se interna por el casco viejo de Santiago y por la Praza das Praterías llegamos a nuestro destino: la catedral de Santiago de Compostela.
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