Experiencias marineras en la isla de A Toxa; Una ruta turística de 3 días para descubrir los tesoros del mar
Experiencias marineras es un turismo temático con el que podrás un respirar experiencias irrepetibles y sensaciones intensas, como acompañar a los profesionales del mar en una jornada de pesca, cocinar tus propias capturas, conocer las bateas, descubrir cómo se ‘cultivan’ berberechos, almejas y navajas…
Te presentamos la experiencia de disfrutar del mar en A Toxa con una ruta de 3 días:
Días de mar en A Toxa
La isla de A Toxa concentra el lujo, la esencia de las aguas mineromedicinales y la riqueza del mar. Está situada en plena ría de Arousa, una potencia marisquera. Decidiremos si enrolarnos en una embarcación de pesca artesanal o aprender el arte del marisqueo en la playa. Degustaremos el marisco en toda su esencia en O Grove y asistiremos al bullicio de su lonja, sin renunciar a alguna sesión de relax marino y termal.
Día 1:
La isla de A Toxa tiene una oferta hotelera de extraordinaria calidad. Cuenta con balnearios, centros de talasoterapia y spas. El Nobel Santiago Ramón y Cajal ya recomendaba sus aguas para combatir afecciones reumáticas, respiratorias, dermatológicas y del sistema nervioso, entre otras.
El espectáculo de contemplar una puesta de Sol en A Toxa
Recomendamos un pequeño paseo por la isla antes de la cena. Su gran pinar, en el centro, las sendas que discurren paralelas a las urbanizaciones o la orilla del mar invitan a ello. Y, si es posible, no debemos perdernos el maravilloso espectáculo de contemplar un ocaso en A Toxa. De vuelta al hotel para cenar, encontraremos una cocina con fundamento, que trata con máximo respeto el extraordinario producto de estas rías, sus pescados y mariscos.
Día 2:
Un curso de marisqueo en A Toxa y comida en el puerto de O Grove.
También existen alternativas muy marineras para entretener la mañana sin salir de la isla de A Toxa. Si la marea está baja podemos hacer un pequeño curso práctico de marisqueo y vivir el día a día de las mariscadoras. Bajo su guía realizaremos una ruta de tres horas, durante la cual aprenderemos a extraer las almejas y berberechos de la playa, las técnicas para reconocer qué bivalvo se encuentra enterrado en la arena y saber cómo distinguirlos.
A la hora de comer nos rendiremos al producto local, regado de albariño. Frente al puerto do Grove encontraremos abundantes marisquerías. Si nuestra visita es en octubre podemos asistir a la Festa do Marisco. Aquí el producto no solo se degusta “al natural” o cocido, sino que también se presenta en empanadas, salpicón, croquetas y bajo tratamientos culinarios innovadores. En el entorno del puerto se alza el monumento a la familia mariscadora, una bella representación en granito del escultor Alfonso Vilar.
Tras la comida, un paseo por el malecón nos proporcionará agradables bocanadas de aire marino. Mientras estiramos las piernas nos recrearemos en el dibujo costero de la ría.
La tarde es el momento de ebullición en la lonja do Grove. Podemos visitarla acompañados por las mariscadoras o el patrón de las embarcaciones de pesca o marisqueo, si hemos participado en estas actividades durante la mañana, o recurriendo a guías especializados. Siempre resulta una experiencia vibrante, sobre todo el momento de la subasta, rica en olores y en sonidos, pues cuando las pujas no son electrónicas se hacen a viva voz. Nos explicarán en tiempo real el proceso de entrada, pesaje, etiquetado y selección del marisco y del pescado.
Pero si por la tarde preferimos una visión más reposada y de conjunto de los ecosistemas marinos de las Rías Baixas, el acuario de Punta Moreiras es el mejor escaparate.
En el acuario encontraremos los moluscos, crustáceos y peces de este hábitat. Jugar a reconocer lubinas, doradas, besugos, gallinetas, fanecas, sargos o pintarrojas en movimiento puede ser un reto más difícil de lo imaginado. El acuario también acoge a invitados de ecosistemas tropicales. Su comunidad acuática es un sistema vivo, en continuo cambio. Un día podremos coincidir con el pez león o el tiburón bambú y otro ver cómo la morena cebra serpentea en estas aguas. Y nos asombraremos viendo alimentar al tiburón toro, el escualo de mayor tamaño del centro.
Las exposiciones ilustrativas convierten a este acuario en un verdadero centro de interpretación de los hábitats acuáticos de las Rías Baixas. Maquetas de barcos o reproducciones de casas marineras resaltan, en miniatura, las peculiaridades del territorio.
Día 3:
Antes de abandonar la isla podéis ir al encuentro del estandarte más marinero de la isla de A Toxa, la Capilla de San Caralampio o Capilla de las Conchas, así conocida porque todo su exterior está forrado de conchas de vieira.
Para acabar con las experiencias marineras de A Toxa En el camino de vuelta es obligatorio pasar de nuevo por O Grove. La localidad es el gran almacén de marisco de Galicia. No dejéis de acercaros a una de sus múltiples cetáreas, donde lo mantienen a punto, vivo en agua de la ría, para que estos crustáceos selectos, como la centolla, la nécora o el camarón, lleguen al plato con la mayor frescura.
En algunos sitios los preparan para llevar, embalados en cajas que hacen cómodo e higiénico su transporte y donde el marisco conserva las condiciones idóneas para su consumo en el punto de destino.