Descubre los lugares destacados de Pontevedra. Además de sus parajes naturales y sus hermosas localidades, Pontevedra destaca por su legado monumental e histórico: Pueblos celtas, monumentos, castillos, pazos, molinos de agua, monasterios….; Un legado al que es imposible no caer rendido por su belleza.
Os presentamos un listado con los lugares destacados de la provincia de Pontevedra que no deberías perderte
Por suerte, las Rías Baixas tienen muchos, pero que muchos lugares para destacar, pero esta es nuestra selección con los 18 lugares y monumentos de la provincia de Pontevedra que no deberías perderte:
1. Castillo de Sobroso
En Mondariz destaca una de las fortificaciones importantes de la provincia, el castillo de Sobroso.
El castillo se asienta en la cumbre de la colina de Landín, el pico más alto de la zona y domina las vistas de toda la región. Está rodeado de un amplio parque forestal que lo convierte en una de las postales más bonitas de esta parte de la provincia.
La fortaleza es de estilo románico y su construcción fue terminada en el siglo XI. El castillo consiste en tres partes: una cerca exterior, el cuerpo residencial que tiene dos plantas y la Torre del Homenaje.
2. Castillo de Soutomaior
Probablemente el Castillo de Soutomaior es la fortificación más impactante que visitar en la Provincia de Pontevedra. La construcción original se data del siglo XII aunque posteriormente fue reformado en los siglos XV y XIX.
Como su nombre indica, el castillo fue propiedad de la familia Sotomayor, pero luego pasó a manos de varias familias de marqueses que lo usaron como residencia estival. Después de importantes restauraciones a finales del siglo pasado hoy luce en estado espectacular esta impresionante fortaleza con doble perímetro amurallado. Su torre y el puente levadizo que comunica con ella recuerda los castillos de los cuentos.
3. Castro de Santa Trega
Como no hablar, si tenemos que hacerlo de los monumentos destacados de Pontevedra, de una de las maravillas de Galicia: sus castros; estos poblados celtas se encuentran a lo largo de toda la provincia. Uno de los más bonitos y mejor conservados es el Castro de Santa Trega en A Guarda, situado en el monte que tiene el mismo nombre. Quizás es difícil de creer, pero en su época de esplendor (el siglo I a. C.) el asentamiento llegó a ser habitado por más de 5.000 personas. Es un viaje en el tiempo pasear entre las ruinas de las casas ovaladas. Desde el castro mismo podrás disfrutar de unas vistas fascinantes de la desembocadura del Miño.
4. Monasterio de Poio
Cerca de Combarro encuentras uno de los edificios religiosos más importantes de Pontevedra, el Monasterio de San Xoán de Poio. Es un monasterio benedictino muy antiguo y el edificio actual es una verdadera joya de la arquitectura barroca. En el interior no te debes perder el hermoso claustro, un mosaico gigantesco del Camino de Santiago y la biblioteca.
5. Muiños do Folón e do Picón
Entre la historia y la tradición destacada de Pontevedra, existen también muchos y antiguos molinos de agua forman parte paisaje gallego. Uno de los mejores lugares donde contemplar una gran concentración de estas pintorescas construcciones es la hermosa ruta de los muiños do Folón e do Picón. Durante este recorrido entre paisajes verdes podrás ver numerosas cataratas y hasta 67 molinos tradicionales.
6. Parque Arqueolóxico de Campo Lameiro
Un yacimiento de arte rupestre de los más importantes de Galicia. Al municipio de Campo Lameiro se le conoce como la capital del arte rupestre en Galicia, ya que el Parque Arqueolóxico da Arte Rupestre de Campo Lameiro alberga la mayor concentración de petroglifos de la comunidad autónoma.
La Laxe dos Carballos (Piedra de los Robles) es probablemente la más espectacular de un centenar de rocas en que podrás ver obras de arte rupestre. Además de recorrer un sendero de unos 3 kilómetros con estos petroglifos, también debes visitar el centro de interpretación para entender el significado de lo que se puede ver en el parque.
7. Pazo de Lourizán
De los numerosos pazos de la provincia, el Pazo de Lourizán es de visita obligada. Esta hermosa casa señorial del siglo XIX en realidad es un fascinante palacio romántico que, además, sirvió como lugar de encuentro para políticos y otros personajes ilustres.
Hoy en día el edificio está semi-abandonado y solamente se puede visitar su precioso jardín. Paseando entre las flores y las fuentes te hará sentir cierta melancolía y nostalgia mientras intentes imaginarte que entre las paredes de este palacio en su época de gloria ocurrieron eventos tan trascendentales como las negociaciones del Tratado de París para terminar la Guerra Hispano-Estadounidense en 1898.
8. Pazo de Rubianes
Si el Pazo de Lourizán es un palacio romántico, el Pazo de Rubianes es más bien una pequeña fortaleza. Lo que comparten ambos es tener un precioso jardín.
La finca fue construida en el siglo XVIII y se semeja bastante a los chateaux que puedes ver en una ruta por los castillos de la Loira en Francia. En su interior podrás admirar la bonita decoración de los salones bastante lujosos. El pazo tiene una pequeña capilla y cuenta con extensos viñedos. Su jardín es bonito y está lleno de camelias.
9. Fortaleza de Monterreal
El primitivo recinto amurallado data del siglo II a.c. Importantes obras posteriores fueron mandadas ejecutar por Alfonso IX de León (fines XII/principios XIII) y Felipe IV. El edificio actual sustituyó al que mandara levantar el marqués del pazo de la Merced, Don José Elduayen, como residencia veraniega, sobre el antiguo solar ocupado por las ruinas de un convento franciscano.
El actual conjunto de Baiona se distribuye dentro de una superficie que ronda las 18 hectáreas, combinando elementos antiguos de marcado carácter militar con los modernos creados como consecuencia del establecimiento del Parador Nacional.
Sobresalen la Puerta del Sol, la Torre da Tenaza antiguamente como polvorín y prisión, la Puerta Real del siglo XVI blasonada con un gran escudo de la casa de Austria, la Puerta de Felipe IV en honor a este monarca, la Torre del reloj de considerable altura y coronada por almenas, y la Torre del Príncipe así denominada probablemente debido al hecho histórico de que en ella estuvo hacia 1137 el príncipe luso Alfonso Enriques, prisionero de Alfonso VII.
10. Catedral de Tui
Sin duda, la Catedral de Santa María de Tui es uno de los monumentos destacados de Pontevedra, siendo el máximo exponente de la riqueza artística de la ciudad de Tui, iniciada en el siglo XII, y realizada en estilo románico su planta, muros exteriores, portada norte y la magnífica iconografía de sus capiteles. Al estilo gótico pertenece la fachada principal de la catedral, primera de este estilo realizada en la Península Ibérica y en su tímpano hay diversas escenas relacionadas con el Nacimiento de Cristo.
En su interior destaca el retablo de la expectación, el altar relicario de la capilla de las Reliquias, el Museo Catedralicio y su maravilloso claustro, que es el único gótico conservado en la catedrales gallegas. Destaca también el paisaje que se contempla desde el Torreón de los Soutomaior y la primitiva sala capitular románica del siglo XII.
Su claustro gótico, de la segunda mitad del siglo XIII, es el mayor claustro medieval conservado en Galicia. Parte de su orfebrería sería realizada por plateros judíos y conversos en los siglos XV y XVI (cáliz gótico, copón de coco, cetros de las dignidades, acetre, etc.).
La colección de mobiliario litúrgico barroco es de los más interesantes a nivel español: sillería del coro (1699), puertas historiadas (1707), cajonería de la sacristía (1712), sillería de la sala capitular (1712), órganos de San Telmo y Santiago (1714) y monumento eucarístico de jueves santo (1775).
11. Basílica de Santa María la Mayor
La iglesia de Santa María la Mayor de Pontevedra, es una iglesia católica, datada en el siglo XVI, que desde 1962 es Basílica. Está considerada como BIC y fue declarada Monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional y además tiene la distinción de «Real Santuario».
12. Monasterio de Armenteira
Entre las rías de Pontevedra y Arousa, en la comarca del Salnés, escondido entre esa naturaleza y al abrigo del Monte Castrove, asoma el antiguo Monasterio Cisterciense de Armenteira habitado por una comunidad de monjas de la misma orden.
De estilo renacentista y barroco, de los siglos XVI y XVII, se conserva además la magnífica iglesia románica levantada por su primer abad cisterciense en el año 1167. Es de planta de cruz latina con tres naves y tres ábsides. La portada, es tal vez lo más destacable del templo, con sus seis arquivoltas apoyadas sobre otros tantos pares de columnas y encima, un hermoso rosetón calado.
13. Torres del Oeste
Bajo un moderno viaducto, que atraviesa el río Ulla, en Catoira, se encuentran las ruinas de la antigua fortaleza: «Castellum Honesti» en Catoira. Las torres fueron levantadas en el s. XII por orden del arzobispo Gelmírez, con la misión de cerrar el paso a las expediciones escandinavas y sarracenas que se dirigían a Compostela.
Durante el s. XVIII las murallas aún se mantenían en pie y sirvieron para defenderse de los ataques ingleses. Estas torres fueron declaradas Monumento Nacional y exhiben su grandeza cuando se celebra la Romería Vikinga que recuerda el pillaje de los guerreros normandos sobre los pueblos costeros de la ría de Arousa.
14. Cascada da Toxa
El salto de agua más espectacular de la provincia de Pontevedra. Esta cascada nos lleva a Silleda, justo antes de que el río Toxa desemboque en el Deza. Es famosa por su caída vertical de más de 30 metros, que la convierte en la más alta de Galicia. En el entorno existe, asimismo, un mirador con formidables vistas hacia la cascada y el monte que la circunda. Este espacio natural forma parte de la Red Natura 2000 por su valor paisajístico.
15. Islas Cíes
Inspiración y sosiego. Belleza y grandiosidad. Las islas de los Dioses…
Las Cíes son un pedacito de paraíso custodiado por un espacio marino inigualable que conforma uno de los tesoros más preciados de Galicia y, sin duda, el archipiélago más espectacular del parque nacional das Illas Atlánticas.
Son también un caso paradigmático de protección ambiental dado que conforman un parque nacional formado por tres islas que exhiben dos caras: la que encara a los vientos del océano, con abruptos acantilados que parecen sacados de algún rincón de Islandia; y la que otea a la ría de Vigo y toca al mar con la arena de sus playas paradisíacas.
Un triangulo insular formado por la isla sureña de San Martiño, de acceso único en embarcación privada, la central de o Faro, y la norteña o Monteagudo. Estas dos últimas están unidas por el puente natural de la playa de Rodas, catalogada como ‘la mejor playa del mundo’.
16. Cascada Río Barosa
La cascada del Río Barosa en Barro, es un fabuloso parque forestal con una cascada salpicada por un grupo de diecisiete molinos. El salto de agua finaliza 30 metros más abajo en una atractiva área recreativa. El Parque de la Naturaleza del Río Barosa incluye una ruta de senderismo para conocer los molinos del cauce del río Barosa. Asciende y desciende por distinto margen y permite apreciar la cascada desde los laterales.
17. Combarro
Una de las joyas de las Rías Baixas. Sería difícil imaginarnos un lugar que mejor conserva la esencia gallega con los más de 40 hórreos que miran al mar y que representan una de las postales más bonitas de estas tierras.
Paseando por las calles porticadas podrás contemplar también los balcones de muchas casas marineras que asoman directamente al agua. Combarro conserva, también, varios cruceiros e iglesias pintorescas, siendo la Iglesia de San Roque la más destacada.
18. Pazo de Oca
Situado en A Estrada, la propiedad, de estilo barroco, es conocido como el Versalles gallego. Sus famosos jardines de los siglos XVI y XVII, combinan especies autóctonas con foráneas. Así cuenta con una secuoya gigante de California y una de las camelias más antigua de Galicia.
Es una antigua fortaleza del siglo XII, pero los primeros vestigios materiales que se conservan del edificio datan de mediados del siglo XV y son contemporáneos de los primeros señores de Oca de los que existe constancia documental: Álvaro de Oca y su hijo Suero.
Dos estanques constituyen el eje central de sus espectaculares jardines. Realzando la majestuosidad del impresionante conjunto botánico, en el que no debemos olvidarnos de pasear por la Carrera de los Tilos o adentrarnos en la parte del jardín reservada a figuras de boj inspiradas en cuentos y canciones populares.
Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y conserva su doble vertiente de utilidad y belleza. Las plantaciones ornamentales de la propiedad conviven con viñedos, huertas de kiwis y colecciones históricas de manzanos. Se trata, sin duda, de uno de los más señoriales y mejor conservados pazos gallegos.
Meaño
El próximo verano wuiero ir a la zona de Pontevedra de vacaciones con mi pareja e hija y estos reportajes me parecen súper interesantes , mil gracias x vuestra ayuda y sabiduría