La provincia de Pontevedra tiene mucho que enseñarnos y que disfrutar, y sobre todo en verano, hay vida más allá de las playas masificadas; por eso os presentamos algunas de las piscinas naturales en las que refrescarse cuando el calor aprieta para huir de las playas en temporada alta.
Conoce las piscinas naturales más espectaculares de la provincia de Pontevedra
La provincia de Pontevedra, esconde un puñado de pozas/ piscinas naturales y playas fluviales formadas por ríos y manantiales, que se convierten en un importante reclamo para quienes buscan darse un baño en un enclave mágico.
Las pozas no son solo una experiencia para disfrutar en el verano. De hecho, el otoño y la primavera son las épocas donde las fervenzas (cascadas) muestran al máximo su belleza; aquí puedes descubrir algunas de ellas que deberías conocer en la Provincia: Las cascadas más impresionantes de las Rías Baixas.
Pozas de Loureza (Oia)
El río Tamuxe y su entorno natural son un pequeño tesoro en la comarca del Baixo Miño. Aquí encontramos las pozas de Loureza, un oasis perfecto para darse un buen baño en época estival.
En su curso, el río Tamuxe forma un conjunto paradisíaco de pequeñas cascadas y pozas de agua cristalina. Este lugar es conocido como Pozas de Loureza, denominado así en honor a una aldea del mismo nombre que hay en las proximidades. En verano, estas piscinas naturales son un lugar ideal para refrescarse y disfrutar de un día estupendo en plena naturaleza.
Las pozas de Loureza son un lugar popular entre los lugareños y también reciben algunos visitantes ya que están rodeadas de vegetación y cuentan con aguas cristalinas y turquesa. Es un lugar natural donde habitualmente se practica el nudismo.
En la zona podréis realizar una ruta de 12,5 km que recorre las parroquias de Loureza y Burgueira y conocer el patrimonio natural y cultural de la zona y visitar tres pozas: las Pozas da Bugalleira, las de Loureza y el Pozo do Arco.
Playa fluvial de Calvelo (Pontevedra)
En el transcurso del río Lérez, entre Cerdedo y Cotobade, concretamente en la parroquia de Calvelo, os recomendamos descubrir el puente colgante que cruza el río. Siguiendo su camino, podréis contemplar la playa fluvial do Canal, donde el agua estancada crea una balsa natural, perfecta para disfrutar en grupo o familia.
Parque Natural del Río Barosa (Barro)
En el municipio de Barro, se encuentra el Parque de la Naturaleza del Río Barosa. En un enclave de auténtica belleza, el gran caudal que trae el río, desciende permitiendo uno de los grandes atractivos del lugar, su cascada. Esta se convierte en un espacio para el baño y el disfrute.
Las pequeñas pozas que se forman, sirven de piscinas para los más pequeños, mientras que los desniveles de piedra se convierten en improvisados toboganes para sus mayores.
Todo esto, convierte este lugar en un destino precioso para compartir tanto con la familia como con amigos. Además, el ayuntamiento ofrece actividades en grupo para complementar en vuestro día en el río Barosa: Rutas guiadas por la zona, visitas a los molinos o talleres de pan que perviven en la zona como muestra de la importancia que el lugar tuvo en el pasado.
Playa fluvial de A Freixa (Ponteareas)
A Freixa, ubicada en la parroquia de Ribadetea, es un lugar excelente como playa fluvial y cuenta, en sus inmediaciones, con un camping de primera categoría, abierto en la temporada de verano.
Esta playa fluvial, de arena muy fina, se sitúa en un enclave tranquilo e ideal para el relax y el baño. A Freixa es la primera playa fluvial con bandera azul y cuenta con una gran variedad de actividades para pasar el día como, montar a caballo, pistas de tenis, de voleibol, un merendero con mesas y también sombra, muy agradecida en verano.
Podrás disfrutar de todas estas actividades a orillas del río y recorrer su paseo hasta terminar en el puente que te llevará a la playa fluvial, ubicada en la otra orillla.
Poza da Moura (Domaio)
En la parte más alta del río da Miñouba se encuentra una de las piscinas naturales más visitadas de las Rías Baixas. Siguiendo el transcurso de las aguas procedentes del río, podremos disfrutar de la Poza da Moura y de su increíble cascada. Desde este enclave único, la piscina natural de la Poza da Moura ofrece unas espectaculares vistas a la ría de Vigo. Muy cerca también se encuentra la Poza da Pereira que cuenta con una cascada de unos 3 metros de altura
La Poza da Moura es un lugar mágico rodeado de una misteriosa leyenda. Cuenta la historia que en Domaio vivía un príncipe moro y su hermosa hija. La joven se enamoró de un pastor, con el que se encontraba en el lugar. Un día, su padre, contrario a la relación, dio muerte al chico.
Cuando la noticia del horrible suceso llegó a oídos de la princesa, huyó al río y allí mismo, desapareció. Cuenta la leyenda que desde entonces, si acudes a la Poza en la noche de San Juan, podrás escuchar los lamentos de la muchacha e incluso verla en el instante en el que sale a peinar sus largos cabellos con un peine de oro.
Playa fluvial de Portovilán y de Airoa (Fornelos de Montes)
En Fornelos de Montes podréis encontrar dos playas fluviales muy recomendadas para disfrutar de un buen chapuzón en un lugar tranquilo y muy accesible. La Playa de Portovilán se sitúa en el río Oitaven y está dotada de aseos, un parque biosaludable, zona de ocio y un quiosco. Un enclave perfecto para disfrutar con familia o amigos.
Por otro lado, la playa fluvial de A Ponte Grande, se encuentra ubicada concretamente en A Airoa, dentro de la parroquia de A Laxe. Esta playa posee un puente medieval del Camino de los Arieiros, que da acceso a un tramo de río embalsado en un paraje natural de gran belleza.
Cascada de Casariños (Fornelos de Montes)
Posiblemente una de las piscinas naturales con más belleza de la provincia de Pontevedra, ubicada también en la comarca de A Laxe, en Fornelos de Montes, concretamente en la sierra de O Suído, formada por la unión de dos ríos denominados Barranqueira de Fonte Uceira y Barranqueira do Rego de Casariños.
La cascada de Casariños posee dos saltos de agua. En el primero, podréis encontrar una poza natural de agua muy cristalina. Sin embargo, es en el segundo salto donde os recomendamos disfrutar de vuestro baño y de las increíbles sensaciones que aporta la cascada a su poza natural.
Comboa – Aranza (Soutomaior)
El curso del mencionado Oitavén prosigue hasta unirse con el Verdugo, poco antes de Soutomaior. En este entorno dominado por las arboledas aparecen varias calas, como las de Aranza o Comboa, idóneas para esquivar el calor y refrescarse en zonas de poca profundidad. Sobre el Verdugo destacan el puente colgante y otro medieval, bien conservado.
Pozo do Arco (Burgueira)
El pozo do Arco es otro lugar precioso en plena naturaleza. Es cierto que estos parajes ganan en temporada baja y media, cuando no hay afluencia de gente y se pueden disfrutar sin aglomeraciones.
Se encuentra en Bonaval, en la parroquia de Burgueira, muy cerca de las pozas de Loureza. Una ruta circular, de poco más de 1 km de longitud, que transcurre por un paseo de madera, nos ofrece unas vistas privilegiadas del paisaje, con dos antiguos molinos rehabilitados y un precioso puente de madera que añaden aún más encanto al lugar. También dispone de un área recreativa, en la que podéis disfrutar de un buen picnic.
Pero lo más impresionante es la espectacular poza, con una profundidad de unos 10 metros y aguas puras y cristalinas, en la que podéis disfrutar de un baño refrescante.
Pozas de Mougás (Oia)
Estas pozas, situadas en el municipio de Oia, son las más conocidas de toda provincia y quizás de Galicia. Esta gran poza de aguas cristalinas se encuentra en una de las laderas de Serra Groba, lo que la dota de unas impresionantes vistas.
Posiblemente, uno de los elementos que aporta más belleza al lugar, son las vistas al mar y a los riachuelos que corren ladera abajo hasta desembocar en el océano. Todo ello rodeado de la naturaleza y la paz que aporta la montaña. Además, a pocos metros del agua se encuentra un espacio de merendero con mesas de piedra, perfecto para comer a la sombra de los árboles y disfrutar de un día en familia.
Pozas do Cal (O Rosal)
Estas pozas se encuentran en el Concello del Rosal, En la mitad del recorrido completo de los Molinos de Folón y Picón, y son el lugar perfecto para refrescarse después de una larga caminata.
El paraje natural, con unas vistas espectaculares, alberga una gran poza con una pequeña pero preciosa cascada por la cual el agua no cae con demasiada fuerza. Por su parte, el fondo de la poza es oscuro, por lo que en muchos casos se recomienda llevar escarpines, por si no se desea tocar el suelo.
Además, siguiendo el transcurso del río hacia arriba, podremos encontrar más pozas y cascadas impresionantes y lugares únicos apartados del gentío.