Os presentamos una ruta por los puentes colgantes más espectaculares de Galicia y sus entornos llenos de encanto y rodeados de naturaleza. Un conjunto de tablas unidas por cuerdas suelen ser la base de la mayoría de los puentes colgantes que, a pesar de las apariencias, soportan tu paso por ellas. Están construidos sobre ríos y su reclamo reside en su simpleza y el paisaje que les rodea, ya que las vistas desde ellos suele ser todo un privilegio.
Descubre los puentes colgantes más espectaculares de Galicia
Construidos para salvar el cauce de los ríos, los puentes colgantes se han convertido en un atractivo turístico en sí mismo. Sus tablas de madera y su aspecto frágil esconden en realidad una capacidad para soportar más peso del que imaginamos.
A continuación te presentamos este «top» de puentes colgantes en Galicia que deberías conocer. Todos ellos cuentan con rutas cercanas de senderismo, áreas de descanso y espacios para huir del calor. Y, por supuesto, un entorno natural envidiable.
Área recreativa Coto de Xirimbao
A Estrada (Pontevedra)
Este puente colgante, quizás el más espectacular de Galicia por su altura y longitud, 80 metros, une los Concellos de A Estrada y Teo, es decir, que comunica las provincias de Pontevedra y A Coruña separadas por el río Ulla.
Durante algunos meses del año, el puente permanece cerrado, pero se puede atravesar de mayo a septiembre. En este periodo está permitida la pesca en la zona, especialmente conocida por el salmón.
Aunque su nombre oficial es puente del Xirimbao, se le conoce popularmente como Puente Mariola.
Puente colgante de Calvelo
Cerdedo-Cotobade (Pontevedra)
El río Lérez recorre Pontevedra desde su nacimiento en Forcarei, en el corazón de la provincia, hasta desembocar en la ría. A su paso por Cerdedo-Cotobade, concretamente en la parroquia de Calvelo, un puente colgante lo cruza.
La frondosidad de esta zona no permite ver que muy cerca, a un par de minutos caminando siguiendo el discurrir del río, está la playa fluvial do Canal. En esta pequeña área el agua se detiene en una balsa natural y hay una zona de merendero con mesas y bancos de madera.
Acevedo de Oia
Oia (Pontevedra).
El puente colgante de la zona de Acevedo de Oia presenta una construcción perfectamente integrada con la naturaleza circundante, formada por un suelo realizado con tablones de madera y, además, sus pasamanos son troncos de árboles pulidos.
Soutomaior
Soutomaior (Pontevedra).
Este puente colgante está construido en madera y se eleva seis metros sobre el nivel habitual del río. La estructura, emplazada en la desembocadura del río Oitavén con el río Verdugo, cruza la Poza das Bestas. Tras sacarte las fotos de rigor, puedes disfrutar de la playa fluvial situada en uno de los laterales. Aunque si lo prefieres, también puedes seguir disfrutando del paisaje con la ruta de senderismo que te llevará a varios restos de antiguos molinos.
Leiro
Leiro (Ourense).
El río Avia, a su paso por el centro del municipio de Leiro, tiene un bonito puente colgante al lado de un paseo que bordea el río y una playa fluvial. Si lo tuyo es el senderismo, hay una ruta que une Pazos de Arenteiro con Ribadavia pasando por este municipio. El sendero también nos lleva por el Monasterio de San Clodio (S. XIII) y los viñedos de la zona.
Puente colgante del río Tambre
Noia (A Coruña)
Las tierras de Muros y Noia están divididas en el mar por la ría y en tierra por el río Tambre. Siguiendo este curso, a 20 minutos en coche del centro de Noia se encuentra el Puente del Tambre. El viaje hasta este punto merece la pena, pues la pasarela colgante no es su único atractivo.
A pocos metros del puente se encuentra la Central hidroeléctrica del Tambre, construida por Antonio Palacios en 1924.
Aquí hay un merendero y, además, salen varias rutas de senderismo, todas ellas bien señalizadas y habilitadas en los tramos más abruptos con pasarelas de madera.
Puente de Cal Grande
(Pontedeume- A Coruña)
Los amantes del senderismo y de la naturaleza tienen una parada obligatoria en las Fragas do Eume. Además de disfrutar de la belleza de este parque natural, los visitantes tiene un 2×1, ya que el parque natural de Pontedeume cuenta con dos estructuras colgantes. Se trata del puente de Cal Grande y el de Fornelos. Cruzar ambos es una experiencia única, en la que estarás rodeado de la explosión de colores del bosque.
Ínsua de Seibane
Outeiro de Rei (Lugo)
El río Miño, a su paso por Outeiro de Rei, en Lugo, se divide formando varias islas en su interior. Una de las principales es la Ínsua de Seibane, con un merendero y un refugio de pescadores. Para acceder al islote es preciso atravesar el puente colgante de Parada, que recibe este nombre al encontrarse en la parroquia de San Xoán de Parada.
Se puede llegar en coche hasta él, pero también existen varias rutas por la zona con las que disfrutar de este espacio, que forma parte de la Biosfera de Terras do Miño (UNESCO) y cuyo bosque lo componen árboles autóctonos, como el roble o el acebo.
Además de esta isla se puede ver la de San Roque, la de Trabanca y Santa Mariña. Todas ellas forman las conocidas como Ínsuas do Miño y se pueden conocer gracias al sendero del mismo nombre.