Los cementerios se han convertido en lugares de parada obligatoria para aquellos que quieren descubrir parte de la historia de una ciudad. De hecho, a nivel mundial hay diferentes rutas que abarcan distintos cementerios dado que el interés por el arte funerario y la visita de los camposantos ha ido en auge.
Conoce la historia de Vigo con una ruta por el cementerio de Pereiró
De los que hay en Vigo, Pereiró es el cementerio de mayor envergadura, obra del arquitecto Jenaro de la Fuente. Su recorrido ofrece un auténtico museo al aire libre de arte e historia descubriendo el pasado de Vigo a través de personajes ilustres, muchos de ellos, todavía recordados por las calles que hoy llevan sus nombres y por sus retratos en el museo Quiñones de León.
Admirables mausoleos, panteones y monumentos diseñados entre el S. XIX y XX hacen de este mágico lugar un punto digno de visita
El cementerio de Pereiró está ornamentado no sólo con una variada vegetación, sino también con diversas esculturas y símbolos que invitan a pasar, descubrir sus secretos y perderse entre sus calles. En esta visita el Dodge “Carneiro”, un coche fúnebre de los años 30, en perfecto estado de conservación, nos da la bienvenida e invita a descubrir la magnífica necrópolis:
1. Pereiró: un cementerio moderno
A finales del S. XIX Vigo experimenta un gran desarrollo fruto de una economía que gira en torno a su puerto. Líneas regulares de barcos unen la ciudad con destinos en América, llegando a ser el puerto de pasajeros más importante de España. La conexión por ferrocarril con Ourense ya se había conseguido. La pesca y las fábricas de salazón están en pleno desarrollo, talleres de fundición, astilleros, etc…
La ciudad cuenta con una burguesía poderosa, que además de dejar su huella en sus calles, lo hará también en el nuevo cementerio. La historia de esas familias es la historia de la ciudad.
Pereiró cuenta con recinto católico y civil. Su planta cuadrada presenta 2 grandes avenidas que se cortan perpendicularmente y otras 8 menores. La entrada principal al recinto está limitada por una verja de hierro donde aparece reflejado el año de su inauguración: 1898.
2. Concepción Arenal: ilustre moradora
Concepción Arenal Ponte fue una de las figuras más importantes del S. XIX. Considerada precursora del feminismo en España, fue también escritora de prestigio, pensadora y experta en derecho. Mujer adelantada a su tiempo, amante del estudio y autodidacta. Se interesa por la sociología, historia, filosofía, moralidad, derecho… y participa en tertulias literarias y políticas en las que la figura femenina no tenía presencia.
Fue la primera mujer visitadora de cárceles de España, lo que la llevó a escribir sobre el sistema de penitenciarías y proponer algunos cambios. En sus escritos también se plantea la situación de la mujer y su condición marginal del momento, entre otros muchos temas.
3. Sanjurjo Badía: talleres La Industriosa y la boya lanzatorpedos.
Antonio Sanjurjo Badía, inventor, empresario y emprendedor, se cría en Sada en donde su padre tenía un taller y una relojería y del que hereda el apodo de “el habilidades”.
Tras establecerse en Cuba y hacer caja, regresa a Vigo en donde monta su taller de fundición. Pronto empieza a despuntar en la ciudad y acaba convirtiéndose en un empresario industrial de prestigio. De su empresa llamada «La Fundidora» primero y «La Industriosa! después, salieron balcones, fuentes, farolas, cocinas, estufas… y también las primeras máquinas de vapor fabricadas en Galicia. Además fue también pionero al participar en la fabricación de la primera máquina de papel continuo de Galicia, considerada todo un avance en la época.
En 1898, preocupado por la declaración de guerra de Estados Unidos a España, diseña y fabrica la boya lanzatorpedos: un batiscafo cuya misión es acercarse a las naves enemigas y lanzar los torpedos sin ser descubierta. Hoy en día se puede admirar el artilugio en el Museo del Mar de Galicia.
4. José Policarpo Sanz y Soto: su gran colección de arte e instituto Santa Irene
José Policarpo Sanz y Soto, filántropo y benefactor de Vigo. Nacido en Marín, pasó toda su infancia en Vigo. Emigró a Cuba, donde trabajó para un banquero de quien heredó su fortuna, convirtiéndose así en un hombre de negocios.
En Nueva York conoció a su esposa, Irene Ceballos. La unión de sus fortunas les permitió gozar de un alto nivel de vida, alternando residencia en Europa y América. Irene era una persona cultivada en el mundo de las artes y se convirtió en su asesora artística, llegando a adquirir una gran colección de arte. Sus obras provenientes de diferentes subastas de las capitales europeas, acabaron formando parte del legado expuesto en el museo Quiñones de León.
Policarpo firma testamento legando a la ciudad su patrimonio para dotarla entre otras cosas, de un colegio de primera y segunda enseñanza gratuito para los niños con pocos recursos: el actual instituto “Santa Irene”.
5. Capilla: panteón familiar de José Elduayen y Gorriti
La falta de medios económicos paralizó la obra de la capilla durante la construcción del cementerio. José Elduayen, ofreció su cooperación, si a cambio se le permitía convertirla en su panteón familiar.
Elduayen fue uno de los políticos que mayores logros consiguió para Vigo. A él se debe entre otras cosas la llegada del ferrocarril a la ciudad, la construcción del ensanche, la apertura de las grandes avenidas y el ascenso del puerto de Vigo a la categoría de Primera Especial.
En el interior de la capilla se encuentra su tumba, a la izquierda. A la derecha la de sus padres.
En la cripta, descansan los restos de una de sus hijas, María de los Milagros Elduayen Martínez (VIII Marquesa de Valladares) y el hijo de ésta, Fernando Quiñones de León y Elduayen.
6. Familia Álvarez: El desarrollo de su imperio industrial
Manuel Álvarez Pérez, orensano regresado de Cuba funda una industria de decoración en el barrio de Casablanca y en 1927 crea la industria de cerámica Manuel Álvarez e Hijos para comercializar artículos de cristal, porcelana y loza. A partir de 1940 el crecimiento de la factoría es imparable.
La fábrica de cerámica de Álvarez se convirtió en la más importante de España, y la empresa más puntera de la ciudad. Contaba con 5.000 empleados y 34 establecimientos en todo el país. Llevó el nombre de la ciudad por el mundo exportando a Europa, EEUU e Iberoamérica. Creó nuevas marcas dedicadas a distintos productos como Porcelanas Santa Clara, Royal China de loza, Casablanca de vidrio, Pontesa de loza…
Además de la producción en serie de objetos de uso corriente, en Cabral había un taller de decoración artística donde los trabajadores decoraban objetos de vidrio y porcelana transformándolos en productos de gran valor.
7. José García Barbón: uno de los grandes filántropos de Vigo
José García Barbón emigra a Cuba donde alcanza el éxito en los negocios fundando su propio banco con veinticinco años. Conoce a Policarpo Sanz con el que mantiene una gran amistad toda su vida. Juntos fundan la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Galicia y el Centro Gallego de la Habana (hoy Gran Teatro).
Liquida todos sus negocios en Cuba y reúne una inmensa fortuna. Retorna a su villa natal, donde funda el hotel balneario Cabreiroá, entre otras tantas obras. Tras diez años se instala definitivamente en Vigo.
Parte de su fortuna la invierte en la adquisición de propiedades y en levantar impresionantes edificios que regala a la ciudad. Entre ellos encontramos los locales de la Escuela de Artes y Oficios, obra iniciada en 1897 en los terrenos cedidos por él y situada en la calle que lleva su nombre.
A pesar de sus numerosas obras benéficas en Vigo, siempre se niega a recibir honras. Como recuerdo suyo nos queda su calle, su teatro y estatua en Vista Alegre.
8. Familias relacionadas con la industria de la conserva en Vigo: Barreras, Curbera y Alfageme
La industria conservera está fuertemente ligada a la historia de la ciudad y la ría de Vigo desde el S. XIX, impulsada por la abundancia de sardina en nuestras costas. En el cementerio se encuentran los panteones de algunas de estas familias relacionadas con la conserva, lo que un día se conoció en Vigo como la “Sardinocracia”.
José Barreras Massó, ingeniero industrial. Su padre José Barreras Casellas comienza con el negocio de la conserva, fundando su primera fábrica en la Plaza de Compostela. Dado su crecimiento empresarial, en 1892 decidieron comenzar con la fabricación de sus propios buques, bajo el nombre «Viuda e Hijos de José Barreras Casellas».
Contiguo al de Barreras nos encontramos con el panteón de José Ramón Curbera Fernández, cuarta generación de la familia procedente de Arenys de Mar, pioneros de la conserva a nivel nacional. José Ramón hereda la empresa familiar y en 1906 construye una nueva fábrica en el arenal que contará con maquinaria moderna y la tecnología más avanzada del momento.
Por esta misma calle nos encontramos con el panteón de Bernardo Alfageme Pérez, que se vincula con la industria de la conserva tras casarse, ya que su familia política poseía una fábrica de anchoas en Asturias. Su hijo fija su atención en el puerto de Vigo, donde cada año desembarcaban toneladas de sardina. En el año 1909 abre su primera fábrica en el Arenal y posteriormente construye una segunda en Tomás Alonso. Su marca más conocida fue Miau.
9. Cesáreo González: destacado empresario cinematográfico
Cesáreo González Rodríguez, de origen humilde, emigra a Cuba y a México y vuelve con los suficientes ahorros para invertir en una agencia de publicidad y una sala de fiestas viguesa, la sala “Savoy”. Su éxito empresarial comenzaría en 1941 con la producción de su primera película “Polizón a Bordo” autobiográfica. Ese año nace “Suevia Films” su productora de cine. Entre los años 1941 y 1967 produjo más de 130 películas a las que hay que sumar sus coproducciones con países de Latinoamérica.
En sus películas aparecía una imagen de la ría de Vigo precediendo al título, sobre la que ondeaba la bandera de su ciudad. En Vigo en 1948 estrena su película “Botón de Ancla” en la sala de Teatro-Cine Fraga. Esta sala era propiedad de otro de los grandes empresarios cinematográficos: Isaac Fraga, también enterrado en este cementerio.
En 1953, Cesáreo inauguraba como propietario el Gran Hotel en el edificio de El Moderno en plena Puerta del Sol.
10. Familia Gil y Sarabia. Escultura funeraria de gran expresividad
El arte funerario de Pereiró alcanza en esta escultura una de sus cotas más altas. Su simbolismo y expresividad quedan impresos en la retina del visitante. Si a esto añadimos la dramática historia que encierra el conjunto, nos encontramos ante una de las obras más impactantes del cementerio.
La escultura consta de 2 figuras. En primer plano vemos representada la imagen de una mujer joven y detrás de ella una tétrica figura cubierta por una túnica, que la abraza con su guadaña e intenta llevársela consigo. La obra está llena de contenido simbólico ya que representa el drama de una muerte prematura.
Maruja, hija de un conocido fotógrafo de Vigo llamado José Gil, muere muy joven de tuberculosis en 1918 y su padre encarga esta escultura al escultor Asorey. Desgraciadamente tendría que completar a posteriori la escultura con un libro y los rostros de sus otras dos hijas, Rosita y Pepita, muertas años después por la misma enfermedad.
11. La Cruz Roja de Vigo a los repatriados de Cuba y Filipinas que fallecieron en esta ciudad
En agosto de 1898 se firma la paz entre EE.UU y España, poniendo fin a la conocida «Guerra de Cuba», regresando las tropas a los puertos españoles. A la ría de Vigo llegaron vapores y a bordo venían miles de militares, muchos de ellos, en condiciones lamentables: heridos de guerra, anémicos, enfermos de paludismo, disentería…
Vigo se vuelca en su ayuda y la Cruz Roja desempeña un papel fundamental. Algunos pasan una cuarentena en la isla de San Simón, el Hospital Municipal cede un pabellón para los enfermos y se pide la colaboración ciudadana para acoger a los sanos en casas particulares.
La respuesta de la ciudad fue ejemplar, haciéndola merecedora del título “Siempre Benéfica” que conserva en su escudo (“Fiel, Leal, Valerosa y Siempre Benéfica Ciudad de Vigo”). Muchos de esos soldados fallecieron en la ciudad y fueron enterrados en este cementerio en tumbas individuales y años después la Cruz Roja, tras recaudar fondos, levanta este mausoleo en su memoria.
12. Cachamuíña y la reconquista de Vigo
Bernardo González del Valle, conocido como “Cachamuíña”. Su carrera militar fue en ascenso hasta que participa en la Reconquista de Vigo.
Durante la Guerra de la Independencia española en 1809, las tropas napoleónicas invaden Galicia entrando en Vigo sin apenas resistencia. Aunque los franceses prometen respeto a los vigueses, sucede lo contrario y los locales se unen para sublevarse y conseguir la reconquista de la plaza. Durante el alzamiento popular encabezado por Pablo Morillo, Cachamuíña alcanza especial protagonismo en la Porta da Gamboa. Allí el marinero Carolo cayó abatido intentando derribar la puerta con su hacha.
Cachamuíña, decidido y valeroso, consigue derribarla. El 28 de Marzo la villa queda liberada tras 58 días de asedio, convirtiéndose en una de las primeras en Europa que echa a las tropas francesas. Tras su expulsión, Cachamuíña es nombrado gobernador de la Plaza de Vigo, convirtiéndose en un héroe de la Reconquista.
No es el único héroe, hay muchos más y en este cementerio se les recuerda en el “Monumento a la Reconquista”. Entre otros: el abogado y alcalde Vázquez Varela, el abad de Valladares, el franciscano padre Roldán etc.
13. Jardín de la memoria histórica: el cementerio civil
Pereiró cuenta con un espacio dedicado a cementerio civil en donde recibían sepultura los difuntos que profesaban religiones diferentes a la católica, no creyentes e incluso suicidas. No todas las ciudades y pueblos disponían de cementerio civil, por lo que en éste fueron acogidos difuntos procedentes de otros lugares.
Muchas tumbas tienen epitafios en otros idiomas como inglés y alemán. Las comunicaciones por cable vía Vigo hicieron de la ciudad un punto neurálgico para las empresas inglesa y alemana que las gestionaban y que trajeron a la ciudad trabajadores provenientes de sus países y con otras religiones.
Actualmente el espacio recibe el nombre de “Jardín de la Memoria Histórica”.
14. Ricardo Mella: teórico brillante del anarquismo
Ricardo José Clemente Mella Cea nace en Vigo y su padre, convencido republicano, lo educa bajo sus ideas políticas. Con 16 años ingresa en el partido Republicano Federal y más tarde, colabora mostrando sus ideales en la publicación local “La Verdad”, arremetiendo contra la política caciquil del momento en Galicia.
Comienza a cambiar su rumbo político hacia el anarquismo en 1881 cuando funda la revista “La propaganda” de clara orientación obrerista. En Madrid se relaciona con Juan Serrano Oteiza, persona muy influyente en su vida que le ayuda a profundizar en los aspectos teóricos del anarquismo. Mella se casa con su hija y estudia topografía animado por su suegro.
Empieza a brillar como pensador anarquista tras publicar varios ensayos en periódicos y revistas que después fueron premiados en el Certamen Socialista. Su obra escrita comprende más de diez libros, más de treinta ensayos, traducciones y un sin fin de artículos en prensa. Su pensamiento fue la base para el desarrollo del anarcosindicalismo de los primeros años de la CNT.
También trabajó como topógrafo en Vigo, Pontevedra y Asturias pero nunca dejó de lado su compromiso con la propaganda política. Mella regresó a Vigo en 1910 para diseñar la red de tranvías eléctricos de la ciudad. Poco después fue nombrado director gerente de la compañía.
15. Los muros de Pereiró, testigos de fusilamientos de la guerra civil
Los muros de Pereiró fueron utilizados como paredones de fusilamiento en la Guerra Civil. No fueron los únicos en Vigo, se habla también de los muros de la fortaleza del Castro entre otros.
Un monolito recuerda a los muertos en la Guerra Civil entre los que se encuentran el alcalde de Vigo Emilio Martínez Garrido, el alcalde de Lavadores José Antela Conde y los diputados Ignacio Seoane Fernández y Antonio Bilbatúa.
Enrique Heraclio Botana, diputado socialista y dirigente de UGT en Galicia fue otro de estos fusilados y tiene su sepultura individual. De gran belleza y simbolismo, en ella se aprecia una figura femenina apoyada en el tronco de un árbol que fue talado bruscamente como bruscamente fue cortada su vida.
Muy cerca, en el cementerio católico, descansa también otro fusilado: Humberto Baena. Él y otros 4 más fueron los últimos fusilados del franquismo el 27 de septiembre de 1975.
Datos del recorrido:
Distancia: 0.8 km
Tiempo del recorrido: 40min
Turismo de Vigo pone a disposición de los visitantes visitas guiadas a través de su página: Turismo de Vigo
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