Para que el cine erótico sea un gran arte es necesario que esté disimulado. El escritor novelista francés Jacques de Bourbon Busset afirmó que el cine erótico no precisa de lo explícito para estimular los deseos y pasiones de las personas. Desde los besos y caricias hasta el BDSM han sido parte de las grabaciones cinematográficas que atraen tanto a los hombres como a las mujeres. El consumo de lo relativo a esta temática supone la educación en muchas películas y la ruptura con tabúes sociales.
¿Qué dicen los profesionales del erotismo de cine?
Los valores socioculturales de la industria
Los psicólogos y sexólogos plantean que la sexualidad es influenciada por los factores socioculturales, por lo que la industria del cine erótico busca dejar a un lado los tabúes y perjuicios con respecto a este tema. La especialista en terapia familiar y de pareja, Maricarmen López, asegura que los hombres son los mayores consumidores del erotismo en series y películas, que no necesariamente está vinculado al romanticismo. En cambio, las mujeres optan por el erotismo del mundo romántico al momento de escoger el tipo de filmografía.
Otra postura revela un sentido opuesto a esta idea, ya que las mujeres también están abiertas a las prácticas eróticas sin romanticismo. Además, se sienten más confiadas con sus parejas porque las desinhibe de los perjuicios. Algunas deciden probar alguno de los juguetes de la tienda Easytoys, tras ver películas de cine erótico con estas prácticas.
Los productos de EasyToys son ideales para cualquier práctica erótica porque cuentan con máxima calidad y seguridad de uso. Tienen una amplia gama de más de 14.000 productos, siendo una tienda erótica online con reputación y confianza del sector. El público masculino del cine erótico busca experimentar con este tipo de productos, al igual que sus parejas, según las fuentes de distintas empresas del sector.
Pero a pesar de los beneficios de las películas eróticas, el valor socioeducacional de estas personas no siempre es el más adecuado. Una parte de la educación de los hombres se relaciona estrechamente con la visión del cine, ya que a veces distorsiona la realidad sexual social. En lo educacional puede causarles daño a sí mismos y a las mujeres. Es necesario que el cine erótico eduque, más allá de solo el entretenimiento.
El buen uso del erotismo cinematográfico
Acorde a lo anterior, no se trata de lo que es bueno y lo que es malo. Una película erótica debe estimular el aprendizaje de la sexualidad porque es parte fundamental de la visualización de los consumidores. Hay momentos en los que es posible resaltar los estímulos visuales y otros, los valores educacionales. Así se evita esta distorsión. Un claro ejemplo es la imagen corporal de los actores y actrices.
Las mujeres son las que tienden a sentirse inferiores cuando observan una película erótica que solo promueve las cualidades físicas femeninas. La Psicología hace énfasis en que los niveles de ansiedad que se pueden generar con estas situaciones afectan las relaciones de pareja. Por eso el erotismo cinematográfico puede ser bueno dependiendo del mensaje sociocultural que va a emitir y en la medida en que promueve saludablemente las prácticas sexuales.
Hacen faltan más propuestas como la serie de Cinema Paradiso de la mano de Giuseppe Tornatore, que promete concientizar a los consumidores sobre el sexo como tabú, diferencias sociales muy marcadas, la solidaridad de un amigo y otros aspectos necesarios para la socioeducación de la sexualidad.
Los clásicos del cine erótico que no pasan de moda
Los datos reflejados de las empresas de productos sexuales revelan que los besos en el cuello y las caricias por el cuerpo, en un 35 y 24% respectivamente, son escenas clásicas que prefieren los españoles. Esto se debe a que se aumenta el ritmo respiratorio y la temperatura. La tercera preferencia son los masajes relajantes con aceite en un 11% que despiertan zonas erógenas que antes no se conocían, como el cuello o las piernas.
En conclusión, el cine erótico estimula y segrega la serotonina de los espectadores para que se sientan más alegres y apasionados, en especial con los abrazos y de la pareja. Es una forma elegante y sutil de mostrar la sensualidad en el erotismo de cine. Pero lo más importante es aprender cómo llevar a cabo estas prácticas con un sexo saludable desde el cine.