Todos hemos visto esta alocada e increíble película del director Martin Scorsese, basada en hechos reales de la vida de Jordan Belfort, un corredor de bolsa que fue acusado y declarado por manipular el mercado de valores y por lavar dinero: El Lobo de Wall Street. Todo comenzó cuando Belfort se declaró en quiebra algunos años después de establecer su pequeña empresa en venta de carnes y mariscos en Long Island.
Detengámonos un momento a pensar lo distinta que sería esta historia si, al ver que su empresa se iba a pique, Belfort hubiese tenido la oportunidad de visitar comparadores de créditos online, como Portalcreditos.es, para poder escoger un préstamo que lo ayudara a superar su problema de liquidez. Un portal que puntea en el mercado actual y que pudiera ayudar a cualquiera, incluso al mismo Belfort, a escoger el mejor crédito o préstamo a convenir para ayudarte a salir de esa mala racha, con la ventaja de contar con una plataforma interactiva para una amplia visualización y comunicación con el usuario.
Si te gusta la película de El lobo de Wall Street y te interesan las películas sobre el mercado bursátil, en La Guía Go! encontrarás 10 películas sobre Wall Street que te van a encantar.
El lobo de Wall Street: De la vida real a la gran pantalla
El Lobo de Wall Street, protagonizada por el mismísimo Leonardo Di Caprio y Margot Robbie, entre otros grandes actores, dio la vuelta al mundo obteniendo muchos galardones, como lo fueron los Oscars, Los Globos de Oro o los Premios BAFTA, entre muchos otros. Todo comienza cuando Jordan Belfort comienza a narrar cómo logró conseguir una esposa bellísima, una lujosa mansión y carros que solo en sueños podría imaginar cualquier persona normal. El joven Belfort comienza a trabajar en Wall Street obteniendo su licencia como corredor de bolsa, despúes de tener una entrevista con Mark Hanna, dueño de la compañía L.S. Rothschild, quien, tras darle unos alocados consejos para trabajar en Wall Street, decide poner en marcha su carrera.
Dicha carrera no duró mucho dentro de esta empresa, debido a que la compañía cayó en quiebra en el fatídico día denominado “lunes negro”. Todo esto en la fecha del 19 de octubre de 1987, donde los mercados de valores de todo el mundo se desplomaron. Los factores que lo derivaron fueron el precio del petróleo, manifestaciones, guerras y la poca confianza del inversionista hacia las acciones en las bolsas de valores. En Wall Street, las empresas compiten incansablemente entre ellas, los corredores de bolsas por vender sus acciones y cobrar las comisiones pautadas, generando una cadena llamada economía del mercado, en otras palabras, la organización de producción y consumo de bienes y servicios, cuyo factor principal es la oferta y la demanda.
Una de las lecciones que se reciben desde esta película es que en Wall Street no asesoran a los clientes, sino que los seducen para venderles lo que ellos quieren que compren. Todo esto con el fin de pasar el dinero de los clientes a la empresa, sin importar ética alguna. Conforme la película se va desarrollando, podemos observar cómo el mundo financiero va evolucionando mediante la globalización del mercado, en la cual la demanda se vuelve mucho mayor y, por ende, las ganancias. Aunque bien generó una mejor comunicación online entre los clientes y las empresas, trajo consigo una gran inestabilidad, donde la competencia entre empresas de varios países era mucho más fuerte. Una de las principales consecuencias de la ampliación del mercado y de la tecnología es que la comunicación online es veloz, por lo que la cantidad de inversores dispuestos a dar el todo por el todo invierten de manera instantánea y puede salirse de control.
Durante toda la película podemos observar la evolución de Jordan, pasando de un padre de familia dispuesto a darlo todo por los suyos a convertirse en un derrochador de dinero adicto a la cocaína. Un multimillonario sin ética ni moral que amasó su fortuna a base de engañar y causar repercusiones a los inversionistas que fueron timados con propuestas de inversión vacías. Algo también que constantemente podemos observar en la película es la compra de ropa de otros países, evidenciando que la internacionalización es un símbolo de estatus social elevado, donde puedes saltarte leyes, navegar y volcar el lujoso yate, así como manejar intoxicado sin que algún oficial pueda detenerte. Jordan Belfort es el mayor ejemplo de la ambición humana, en la cual la frase: “si quieres conocer verdaderamente a una persona, debes darle poder” es todo un valor icónico.
Un dato curioso sobre El lobo de Wall Street, y que quizá no todo el mundo sabe, es que el verdadero Jordan Belfort aparece en la película. Hace un cameo al final de la película como presentador en el seminario que da el Jordan ficticio.