Denuncia de bajo presupuesto
Resulta loable que el director francés de origen griego Costa-Gavras mantenga después de medio siglo un empuje crítico que refrendó su película anterior,
El capital (2012).
Comportarse como adultos, sin embargo, centrada también en los entresijos de la política y la economía actuales y, más en concreto, las circunstancias que rodearon la crisis de la deuda soberana en Grecia, adolece de una pobreza expresiva evidente. Basada en el polémico libro de memorias homónimo escrito por el exministro de finanzas griego Yanis Varoufakis, con cuyas tesis simpatiza Costa-Gavras, no cabía esperar que el filme fuese objetivo. Lo que sorprende es la escasa pericia con que se recrean personajes y sucedidos verídicos, que nunca adquieren vida propia. Los diálogos pecan de explicativos y moralizantes, en los encuentros entre las autoridades griegas y las europeas se reiteran de modo casi idéntico las cifras y los reproches mutuos, y ni intérpretes ni localizaciones transmiten credibilidad.
Comportarse como adultos acaba por ser interesante pese a (casi) todos los aspectos que la han articulado como ficción, lo que lleva a preguntarse si no habría sido mejor producir un documental sobre la cuestión.
Lo mejor:
Aunque sea por machacarnos con ello, queda claro lo que pasó entre Grecia y las autoridades europeas
Lo peor:
Unas últimas escenas alegóricas de baile entre mandatarios europeos que producen rubor