La Albufera es un impresionante paraje natural situado a pocos kilómetros de la ciudad de Valencia. Este hermoso espacio se ha convertido en uno de los destinos más populares para los amantes de la naturaleza y los viajeros que buscan disfrutar de paisajes únicos y tranquilos. A continuación, te invitamos a descubrir cómo llegar, las características, la historia, y qué ver en tu visita a La Albufera.
La Albufera, un paraíso natural
La Albufera se caracteriza por ser la mayor laguna de la Península Ibérica y una de las reservas de agua dulce más importantes de la región. Su lago tiene más de 2.800 hectáreas de aguas tranquilas y rica biodiversidad. Alberga una gran cantidad de especies vegetales y animales (300 especies diferentes, especialmente aves acuáticas que pasan el invierno). Además, La Albufera se encuentra rodeada de marjales y arrozales, los cuales forman parte de su paisaje tradicional y contribuyen a la economía local. Un entorno que recogió y enamoró a muchos gracias a la serie El Embarcadero.
Todo este entorno ofrece paisajes diversos en función del ciclo del cultivo: verde en verano, azul cuando el agua inunda los cultivos en invierno, y marrón cuando al quedar al descubierto la tierra. Y entre los cultivos y el mar, un ecosistema de dunas naturales y bosques de pinos que hacen de sus playas (l’Arbre de Gos, la Devesa, El Saler o La Garrofera) un lugar paradisiaco alejado de la urbe.
Historia de La Albufera
La historia de La Albufera se remonta a hace 1,8 millones de años, cuando se formó como resultado del cierre del golfo marino que se extendía entre las desembocaduras de los ríos Túria y Xùquer por un cordón litoral. Una extensión que inició una lenta pero constante separación del mar que se completó en la época romana, continuando desde entonces su reducción por la colmatación de sal.
Tal es así que durante siglos La Albufera fue un ambiente salobre en la que se desarrollaban, de forma extensiva, la caza, la pesca, la recolección de hierbas y plantas, la ganadería y la extracción de sal. Esta se llevó a cabo entre los siglos XIII y S.XVII, cuando la labor de dulcificación del agua iniciada por el hombre para cultivar arroz imposibilitó continuar con la extracción para su posterior comercialización. También supuso el estrangulamiento y reducción de los marjales.
Usos tradicionales
En la actualidad, son tres los usos tradicionales en La Albufera: la pesca, la caza, y la agricultura, vinculada a los arrozales. La pesca se permite desde 1.250, y en la actualidad se orienta hacia el múgil y cangrejo americano en detrimento de la lubina y la anguila. Y la caza, que comenzó en los años de dominio musulmán en la Península, se ajusta para evitar que interfiera en el cultivo del arroz o en el paso migratorio de aves hacia el Parque Natural en primavera.
Además, la laguna ha sido testigo de la presencia de diferentes civilizaciones a lo largo del tiempo, dejando su huella en el paisaje y la cultura de la zona. Durante la época musulmana, se construyeron sistemas de canales y acequias para aprovechar el agua de La Albufera en la agricultura. En el siglo XIX, se llevaron a cabo importantes obras de drenaje para controlar el nivel del agua y proteger las tierras de cultivo circundantes. Hoy en día, La Albufera sigue siendo un lugar de gran importancia tanto desde el punto de vista ecológico como cultural e incluso económico gracias a los arrozales.
Qué hacer y ver
Al visitar La Albufera, hay varias experiencias que no te puedes perder. Uno de los puntos destacados es realizar un paseo en barca por la laguna. Podrás disfrutar de las impresionantes vistas del paisaje y observar la diversidad de aves acuáticas que habitan en la zona. Relajante y desestresante. Se pueden iniciar estos desde los embarcaderos del Mirador de la Gola de Pujol (el más conocido), Catarroja, Silla, Sollana o El Palmar. Travesías de unos 45 minutos a bordo de las denominadas albuferencs. En ocasiones se combinan con la visita a una barraca de barro, cañas y carrizos (vivienda tradicional en el entorno), o la degustación de una paella en el entorno en el que fue ideada
Otra opción es pasear por el Parque Natural de La Albufera. El mismo ofrece hasta seis itinerarios señalizados por los que caminar y observar la fauna y flora local. Disfrutando de la naturaleza en toda su extensión.
También, especialmente durante los meses veraniegos, en La Albufera se puede disfrutar de un espectacular día de playa. En l’Arbre de Gos, la Devesa, El Saler o La Garrofera. Son algunas de las mejores playas del país y un auténtico remanso de paz, lo cual sorprende por la cercanía de una gran ciudad como Valencia.
Dónde comer
La Albufera no solo es un paraíso natural, sino que ofrece la posibilidad de comer algunas de las mejores paellas del mundo. Tal es así que es este enclave el origen del plato por excelencia por el que se conoce a los españoles fuera de nuestras fronteras.
Algunos de los restaurantes más famosos y recomendables del entorno son Mornell, con una amplia terraza con vistas al embarcadero. También Arrocería Maribel, con producto de proximidad y reconocida por la guía Michelin 2019. O Casa Carmina, con los tradicionales arròs amb fessols i naps, el all i pebre. También Casa Ángel, rodeado de arrozales y con unas espectaculares vistas a la marjal. Bonaire, abierto desde 1982 y ganador del concurso de paellas de Sueca, entre otras muchas distinciones. El Graner, con la dieta mediterránea como esencia. O, por último, Nou Racó, que aúna tradición y vanguardia ofreciendo los sabores de siempre con una presentación diferente.
Cómo llegar a La Albufera
La Albufera se encuentra a solo 10 kilómetros al sur de Valencia, lo que la convierte en una escapada perfecta desde la ciudad. Puedes llegar fácilmente en coche tomando la carretera CV-500 o en transporte público utilizando las líneas 24 y 25 de los autobuses urbanos de la EMT. La línea 24 lleva a la población El Palmar y la 25 a El Perellonet desde el centro de Valencia. Tardarás menos de una hora y el trayecto solo te costará 1,50€.
Humedales artificiales
También puedes visitar, desde cualquiera de los embarcaderos, el Tancat de la Pipa, un espacio natural de 40 hectáreas de arrozal transformados en 2007 para la recuperación de especies donde se llevan a cabo programas de conservación y educación ambiental. Y visitable con reserva previa. Además, no te puedes perder la oportunidad de probar una auténtica paella valenciana en uno de los restaurantes tradicionales ubicados en los pueblos cercanos.
A la Pipa se suman otros dos tancats o humedales artificiales, el de Mília y L’Illa. Pero en ambos el acceso es mucho más complicado al restringirse enormemente para maximizar la protección de la fauna.
Otro espacio que bien merece un rato de tu tiempo es la población de El Palmar. Se trata de un pequeño pueblo de pescadores en el que disfrutar de un ambiente auténtico. Y, de paso, degustar deliciosos platos de pescado fresco o los platos más típicos, el all-i-pebre y la llisa adobada. Además, durante otoño, invierno y primavera (de octubre a abril), se puede comprar pescado directamente en la lonja de El Palmar. Allí, los socios de la Comunidad de Pescadores ponen a la venta cada día anguila maresa salvaje, lubina, llisa, carpa y cangrejo americano. Allí estarán los pescadores de lunes a viernes desde las 8:00 horas ofreciendo sus capturas.
Aunque si hay algo que es injustificable no apreciar en su máxima expresión sea la época del año que sea, son los atardeceres. Los tonos rojizos y dorados cuando concluye la tarde dejan estampas mágicas.
No pierdas la oportunidad
En conclusión, La Albufera es un destino natural único que combina belleza paisajística, historia y una rica biodiversidad. Desees relajarte en un paseo en barca, explorar senderos naturales o saborear la famosa paella valenciana o pasar un día de playa, este lugar tiene algo para todos los gustos. No pierdas la oportunidad de visitar La Albufera y descubrir su encanto natural en tu próximo viaje a la Comunidad Valenciana.
