El Santo Grial de Valencia ha sido reconocido por el Vaticano
El Santo Grial ha sido encontrado en Valencia. La Iglesia Católica ha confirmado que la copa utilizada por Jesús en la Última Cena se encuentra en la Catedral de Valencia, en la Iglesia de San Callis, también conocida como el Santo Tazón.
Esta sagrada y hermosa vasija fue probablemente la que Jesús sostuvo en la Última Cena, según datos arqueológicos y evidencias documentales existentes. En ese momento, tomó el pan, miró al cielo, agradeció al Señor, lo partió y se lo entregó a los discípulos, diciendo: «Este es mi cuerpo, te lo doy; haced esto para conmemorarme, de manera similar, con la copa después de la cena decía: Esta copa es un nuevo pacto con mi sangre, derramada por ti» (Lucas 22: 19, 20).
Impresiones
La primera impresión de ver el Santo Grial es admiración y duda. Los visitantes se sentirán atraídos por la belleza del Santo Grial y verán su hermosa y extraña forma, detalles hechos de oro, perlas y gema.
Pero esto no debe confundirnos, porque en realidad solo hay que fijarse en la parte superior, un cuenco hecho de ágata pulida. Los arqueólogos se remontan al 50-100 a.C. El cáliz no tiene precio. La veracidad de esta reliquia, debido a la investigación del profesor Antonio Beltrán que condujo a esta conclusión, publicada en 1960, sigue siendo indiscutible.
Autenticidad
Este es el núcleo de la confianza en la autenticidad del Santo Grial. Posteriormente se le añadió un corchete dorado con pequeños tallados, de estilo de arte islámico, con una forma diferente al cuenco. Todos estos, al igual que las joyas que decoran la base, proceden de la Edad Media.
El cuenco mide 17 cm de alto, 9 cm de ancho y tiene una base ovalada de 14,5 x 9,7 cm. La tradición nos dice que esta es la misma copa que usó Jesús en la Última Cena. Luego fue llevada a Roma por San Pedro y guardada allí por los primeros 23 papas hasta que San Sixto II y su diácono San Lorenzo lo enviaron a España.
Periplo de El Santo Grial en Valencia
Pero, ¿cómo ha llegado el Santo Grial a Valencia? La historia comienza en el siglo III, cuando la copa fue llevada a España por San Lorenzo, uno de los siete diáconos de la Iglesia de Roma. Durante la Edad Media, la copa fue trasladada a diferentes lugares de España y Francia para protegerla de los invasores musulmanes.
A partir del 714, el cáliz estuvo escondido en los Pirineos, Yebra de Basa, Sirez, Santa María de Sasabe (hoy San Adrián), Bailío y finalmente en San Juan de la cueva (Huesca) en el monasterio de la Peña, donde se puede hacer referencia a un documento de 1071 que menciona un hermoso cuenco de piedra.
La reliquia fue cedida al rey Martín El Humano de Aragón en 1399, quien la conservó en Zaragoza, luego la trasladó a Barcelona, donde permaneció hasta 1410, asociando así la corona aragonesa al Santo Grial para siempre.
Valencia, su morada
En 1436, su sucesor el rey Alfonso V (el Magnífico) llevó el cuenco y otras reliquias a la Catedral de Valencia tras su estancia en Nápoles. Allí se guardó junto con otras reliquias de la catedral. Durante la Guerra de la Independencia de 1809 a 1813, fue enviada a Alicante en busca de protección. Luego a Ibiza y Palma de Mallorca para salvarla de los invasores napoleónicos, volviendo en 1916 a Valencia.
El Santo Grial estuvo escondido en el pueblo de Calle en Valencia durante la Guerra Civil (1936 a 1939), tras el fin de la guerra el 30 de marzo de 1939. Finalmente, se colocó en la capilla de la Catedral de Valencia, donde aún hoy puede verse.
El Papa Juan Pablo II brindó por el Santo Grial para celebrar la Misa durante su visita a Valencia el 8 de noviembre de 1982. El Papa Benedicto XVI también lo utilizó en la eucaristía. Lo hizo con motivo de la V Conferencia Internacional de la Familia el 8 de julio de 2006.