La concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, ha visitado esta mañana el mosaico en gran formato
realizado con las imágenes enviadas por los ciudadanos durante la exposición ‘La habitación de Van Gogh’,
que acogió la Sala Municipal de La Pasión entre noviembre de 2022 y enero de 2023,
y que será subastado con fines solidarios: la recaudación de fondos se destinará a la restauración de
patrimonio artístico ucraniano.
Durante la visita, la edil ha estado acompañada por José Luis Rupérez, comisario de ‘La habitación de Van Gogh’
e impulsor de la iniciativa solidaria, y por Equipo Abril, encargado de realizar la instalación inmersiva.
La gigantografía, con unas dimensiones de 4×3 metros, reúne las 901 fotografías remitidas por visitantes a la citada muestra,
dispuestas de modo que reproducen el célebre autorretrato de Van Gogh.
Durante su estancia en Valladolid, las personas interesadas en colaborar con la iniciativa
podrán realizarse un selfie junto con la gigantografía y enviarlo a través del código QR instalado junto a la misma.
Las primeras 244 fotografías recibidas servirán para componer un marco para la obra de gran formato.
Después de su exhibición en el exterior de la Sala Municipal de Exposiciones de las Francesas,
donde permanecerá hasta el 6 de junio, la obra se subastará tanto en formato físico como digital.
Los fondos recaudados se destinarán a la Ukranian Heritage Emergency Response Initiative,
organización fundada en respuesta a la invasión rusa con el fin de preservar el patrimonio artístico y cultural ucraniano y recuperar el dañado durante la contienda.
La iniciativa convocada por la Fundación Municipal de Cultura consistía en el envío de un selfie
tomado dentro de la instalación inmersiva ‘La habitación de Van Gogh’,
que permitía al visitante ‘introducirse’ en el cuadro El dormitorio en Arlés.
La propuesta fue visitada por más de 18.000 personas durante su paso por la sacristía
de la Sala de La Pasión entre el 28 de noviembre de 2022 y el 8 de enero de 2023.
Todos los participantes en la misma entraron en el sorteo de un viaje para dos personas a la ciudad de Arlés,
en Francia, donde el pintor neerlandés residió un año
y donde realizó la obra que inmortaliza la que fue su habitación en ese periodo.