La Sierra del Moncayo atrae a muchos excursionistas amantes del senderismo, por lo que Trasmoz es un lugar muy popular entre estos fans de la naturaleza.
El asentamiento al pie de la montaña se convirtió en un punto de tránsito hacia la cima. Estas tierras cubren cientos de años de historias misteriosas, que hoy parecen falsas, pero siguen siendo parte de este lugar. Están asociados con brujas y maldiciones antiguas en Aragón. La ubicación de Trasmoz recibe el nombre del pueblo maldito porque sigue siendo excomulgado por la Iglesia Católica después de siete siglos y medio de castigo.
El motivo fue una disputa entre el pueblo y el poderoso Monasterio de Veruela, que Trasmoz rechazó hace muchos siglos. La disputa terminó en 1255, y el abad del monasterio decidió expulsarlos de la Iglesia católica. En 1511, 256 años después del incidente, estalló un nuevo conflicto entre los representantes del pueblo y el monasterio, relacionado con el uso del agua.
Leyendas e historia de Trasmoz.
Cuenta la leyenda que los representantes de las autoridades gritaron maldiciones contra el gobernante de Trasmoz y sobre todo el pueblo. A pesar de haber sido excomulgados, los lugareños han continuado siguiendo las tradiciones de la iglesia y han participado en ceremonias religiosas durante cientos de años. Según ellos, solo el Papa que aún no lo haya hecho puede cancelar la antigua orden.
Gustavo Adolfo Becker y Trasmoz.
La historia de Trasmoz siempre ha estado envuelta en un misterio. Hay muchas leyendas sobre este antiguo lugar, que es un punto de reunión para las brujas locales. No es de extrañar que miles de turistas acuden cada año a este rincón y visiten su museo con temas de misterio y superstición. El poeta y escritor español Gustavo Adolfo Becker escribió tres cartas sobre el lugar en su colección ‘Desde mi celda’.
Escribió estas cartas cuando vivía en el Monasterio de Veruela enfermo de tuberculosis. Becker relató la muerte de una mujer que se creía que era la última bruja en Trasmoz y Aragón, cuya maldición y ojos malvados fueron arrojados por el acantilado por los lugareños. Hoy, en este sitio, se pueden escuchar leyendas sobre su alma inquieta, que perduran en las calles.
El pueblo de Trasmoz y sus particularidades.
Trasmoz es un pequeño pueblo de tan solo un centenar de habitantes. Se asienta en una pendiente en la cima de la colina, con un castillo medieval incrustado en la cima de la misma. El castillo fue construido en el siglo XII y ahora está en ruinas porque fue abandonado después de tres siglos.
Recientemente, sin embargo, se han llevado a cabo trabajos de restauración para que el sitio ya no represente un peligro para los turistas. Desde el pueblo de Trasmoz hasta el monasterio, puedes seguir la ruta a pie.
El propio Monasterio de Veruela está abierto al público y sorprende por su magnífico aspecto. No hay duda de que fue el centro de concentración de poder en esta región en la Edad Media. Los visitantes pueden pasear por su vestíbulo, área de cocina y comedor, e imaginar la vida cotidiana de un poderoso monasterio medieval.
Fascinante Becker, y el misterio que le rodea. Veruela es precioso y la zona recomendable sin duda.